Oscar Mendoza/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. A tres semanas del desastre ocurrido por las inundaciones y arrastre de tierra en las colonias y asentamientos ubicados en las faldas del Cerro del Quinceo, habitantes de la colonia Valentín Gómez Farías (Ex hacienda Quinceo segunda etapa), una de las zonas más afectadas, denunciaron que no han recibido ayuda alguna y las autoridades solo han acudido a medir y valorar los daños ocurridos mientras su temor, persiste ante nuevas lluvias que podrían afectar aún más sus viviendas. Apenas al inicio de semana, la Secretaría de Gobernación (Segob) informó que el Comité de Evaluación de Daños aprobó solicitar al Fondo de Desastres Naturales (Fonden) los recursos para resarcir las afectaciones ocurridas en las faldas de este cerro por la tormenta del pasado 9 y 10 de julio. En ese sentido, se detalló que de cumplirse los términos legales marcados en las reglas de operación del Fonden, el sector Hidráulico podría recibir 5 millones 66 mil pesos para las obras a reparar; el Vial Urbano 6 millones 407 mil pesos y el de Vivienda que requiere un millón 817 mil pesos; dando un total solicitado de 13 millones 291 mil 751 pesos para reparar los daños que dejó el arrastre de azolve y rocas en colonias y fraccionamientos como Terrazas del Quinceo, Mirador del Quinceo, Ex Hacienda del Quinceo primera y segunda etapa, Santa Elena de la Cruz, Lago 1, 2 y 3, Medallistas Olímpicos, Gertrudis Sánchez, el pueblo viejo del Quinceo y otros asentamientos instalados en las faldas y linderos de esta elevación. https://www.youtube.com/watch?v=9p2Nn3IeSfE&feature=youtu.be De acuerdo a un comunicado, la evaluación de los daños “fue entregada a través de una videoconferencia” para que una vez entregados los documentos, sea la Segob la instancia encargada de analizar las solicitudes y en su caso aprobarlas a fin de que se destinen los recursos necesarios para las obras que habrán de apoyar a los cientos de damnificados. Sin embargo, vecinos de la colonia Ex Hacienda del Quinceo, una de las más afectadas de la zona por encontrarse debajo de los últimos fraccionamientos y haber sido una especie de represa que evitó mayores daños en colonias ubicadas más abajo, desconocen cómo y por quién los recursos destinados para su ayuda llegarán ni de qué forma serán repartidos toda vez que sus viviendas siguen con desperfectos y han tenido que ser ellos mismos quienes busquen apoyos como despensas o asesorías para costear las pérdidas materiales. “Autoridades solo dejaron costales” Durante la noche del lunes 9 de julio y la madrugada del martes 10, el matrimonio formado por el señor Carlos Vicente Yee Ramos de 65 años, y la señora Alma Rosa Rodríguez Magallán de 60, sufrió una de las peores experiencias de su vida, dado que su vivienda, ubicada en la calle Avenida Precursor de la República, sirvió como una especie de represa que contuvo la furia del agua que arrastró tierra, rocas, material de construcción y dos automóviles que prácticamente se impactaron contra el frente de la casa. Jael Yee Rodríguez, hija de los desafortunados habitantes del domicilio ubicado frente a la calle Reformador Social, bajada directa de agua y una avenida aún sin nombre que iba a comunicar directamente con el fraccionamiento Terrazas del Quinceo, cuya constructora ha sido responsabilizada de remover el terreno y compartir parte de la culpa al no prever la venía de agua, contó a La Voz de Michoacán la experiencia que vivieron sus padres y las dificultades, que durante tres semanas, han tenido que sobrellevar tras el desastre. Estuvo complicado para ellos. A mi papá el agua lo arrastró varios metros, el portón de la casa se desprendió porque un coche golpeó la mufa de la vecina y parte del muro, tumbó el portó y le cortó el pie a mi mamá. Protección Civil duró buen rato para pasar a ayudarla, pero decían no estaban capacitados y hasta que bajó la corriente la sacaron, pero sin la protección de una segunda puerta, no hubieran podido resguardarse del agua llegó hasta medio metro” refirió la mujer al tiempo que señaló las huellas de la tormenta. Y es que en el domicilio ubicado a un lado de lo que fuera un área verde donde terminó sepultado un microbús del servicio del transporte público y un automóvil particular, las manchas de lodo, la carencia de un portón y los daños que provocó el agua son notorios. Sin embargo, otros daños más allá de las pérdidas materiales, no son tan visibles, pero han dejado otro tipo de secuelas. Mis padres, dentro de lo que caben, están bien a pesar de que hubo grandes pérdidas, pero no han tenido ningún apoyo, lo único fueron las despensas que repartieron algunos vecinos pero que alguien venga y les diga toma o ten esto, nada”, agrega Jael Yee, quien confesó que su madre tiene estragos psicológicos y no ha sanado de la cortada en su pie porque aparte es diabética e hipertensa y mientras tanto, “aquí dormidos todos y seguimos limpiando encontrando cosas”, expresó.