Olvidados, afectados de la sequía del Bajo Balsas

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Foto: La Voz de Michoacán. La población de esta región se vería envueltas en el deterioro económico insostenible

Arturo Molina/La Voz de Michoacán

Pese a la mejora de las lluvias de temporal, las afectaciones que sintieron las comunidades y municipios del Bajo Balsas por la peor sequía de los últimos 50 años muestran apenas un grado lento de recuperación,  lo anterior debido al casi abandono por parte de las autoridades estatales y federales en lo que respecta a atención a los problemas sociales que dejó la contingencia ambiental.

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La doctora Ana Burgos, investigadora del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental en la Universidad Autónoma de México (UNAM), Campus Morelia advirtió que de no atenderse la problemática de manera institucional se podría acrecentar con el retorno y deportación masiva de migrantes que se vive desde hace meses en la región.

“Del  resto de dependencias hemos tenido casi respuesta nula, y del resto de dependencias federales como la SEMARNAT, son las que tienen mayor interés y presencia, sigue llamando la atención del gobierno estatal en la región  y nos preocupa que continúen con el abandono de una región sobre todo en situaciones como las que se avecinan de deportaciones masivas”, explicó la especialista en entrevista.

La especialista de la UNAM, advirtió que aún es prematuro para poder observar una recuperación de la región, ya que el daño que sufrieron las comunidades que componen la región del Bajo Balsas, generaron afectaciones a las estructuras familiares, sociales y económicas.

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Desde el año pasado se advirtió que de no mejorar la situación climática y la intervención de las autoridades, la población de esta región se vería envueltas en el deterioro económico insostenible, aumento a la migración, depresión, enfermedades, fallecimientos, divorcios y desarticulación familiar; precariedad hídrica y alimentaria extrema, perdida completa del patrimonio campesino en las ganaderías,  aumento de la cacería ilegal, extracción ilegal de recursos bióticos, aparición de plagas sin control, ausencia gubernamental, agudización de conflictos locales, incremento en la delincuencia organizada y deterioro de los territorios comunitarios.

No obstante, señaló que sí hubo una mejora en lo que respecta al volumen de producción agrícola que se vio reflejada en una mayor derrama económica en los municipios que comprenden esta región de Michoacán.