Sin mayor importancia por parte del directivo de la institución y altos mandos de la Secretaría de Salud en Michoacán (SSM), nuevamente el Centro Estatal de Atención Oncológica (CEAO) está muriendo lentamente por la falta de mantenimiento a diversos equipos que se requieren para la atención de los usuarios oncológicos; en esta ocasión se trata de cuatro aparatos que están descompuestos por lo menos desde hace mes y medio, tales como el tomógrafo y el acelerador lineal; así como los equipos del electrocardiograma y para estudios urológicos. Usuarios y trabajadores del centro evidenciaron que la situación se vuelve más crítica cuando los médicos refieren al medio privado a los pacientes para poder darles la atención necesaria, unos por la enfermedad que atraviesan los pacientes, mientras que otros tantos los refieren al consultorio privado para ganar mayor dinero. Además, denunciaron que el mastógrafo análogo fue retirado de los servicios del centro sin tenerse referencia de su existencia, a pesar de que supuestamente se encontraba en excelentes condiciones para proporcionar el servicio médico. Desde el 2011 a la fecha, el CEAO se ha visto envuelto en varias inconsistencias que demuestran cada día que las autoridades de Salubridad no tienen el mayor interés en mejorar, principalmente en el mantenimiento que constantemente se les debe proporcionar a los equipos para que funcionen sin problema alguno. Sin embargo, durante los dos años de administración de Jorge Barajas Echartea frente al centro, han sido más evidentes los problemas que van desde la falta de mantenimiento a los equipos; suspender la operatividad de otros tantos por no estar reconocidos por organismos internacionales y nacionales en materia de seguridad; hasta desaparecer los aparatos análogos porque supuestamente las normas no permiten la utilización de este tipo de equipos desde hace tiempo, por ser inciertos en los resultados son temas que no han podido aclararse a la fecha. Para más información, consulta la edición impresa de este lunes 28 de septiembre.
La Voz de Michoacán
