El Universal Morelia, Michoacán. Dos mujeres presas en el Centro Penitenciario de Alto Impacto denunciaron por medio de la acta circunstanciada MOR/1866/17 acoso sexual, abuso de autoridad, extorsión, amenazas, intento de homicidio y violencia por parte del coordinador del Sistema Estatal Penitenciario, José Candelario Jaime Contreras López. El pasado 21 de julio, se dio a conocer la renuncia del entonces director del Centro Penitenciario de Alto Impacto, José María Zepeda Padilla, lo que originó la protesta de un grupo de reclusas al interior del penal, quienes acusaron que la salida del directivo era por haber denunciado al coordinador estatal penitenciario. De acuerdo al acta levantada, una de las reclusas -de las que se omite su nombre por protección a datos personales-, describe que el 26 de junio pasado, cerca de la una de la tarde, fue golpeada por dos custodias del centro penitenciario, debido a que no pudo responder de inmediato al llamado del general José Candelario, quien iba acompañado de varias mujeres del penal. La interna sostiene en su relato, que el coordinador del Sistema Estatal Penitenciario, la amenazó por ser militante de un partido político (PRD) "de delincuentes", por lo que le exigió que se desistiera de sus acusaciones -ya que la mujer lo tiene denunciado ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos-, y le entregara la cantidad de 300 mil pesos. "Y que él me dejaría en paz, que al cabo dentro de mi partido político al cual pertenezco había puros delincuentes y de manera burlona me dijo que a poco no conocía a Iris Vianey (senadora del PRD), que ella era templaria y su hermano", cita en el documento la mujer. Tras negarse, continúa, fue golpeada por dos de las escoltas de Contreras López, quién al mismo tiempo le pedía a una de las reclusas y encargada de la cocina que le hiciera sexo oral en el baño. En la misma acta circunstanciada, la otra mujer describe que el general Candelario Jaime le pidió que asesinara desde el mes de septiembre –por envenenamiento- a su otra compañera, por lo que se negó a hacerlo y ahora es víctima de violencia, acoso y abuso sexual. Confirmó en su narración lo que su compañera había descrito, que el funcionario estatal le pidió que se hincara, se bajó el cierre, y la obligó a practicarle sexo oral, según testificó en el acta.