Agencias / La Voz de Michoacán. Millones de inmigrantes indocumentados no son considerados en la nueva ley de Salud, en vigor a partir del primero de enero del 2014, con lo que seguirán viviendo en las sombras y con la angustia por el brote de una enfermedad. Ante su próxima puesta en vigor, la amenaza de que al no tener seguro se aplicaran multas ha confundido a muchos, entre ellos a los mismos indocumentados. Según la Ley de Salud a Bajo Precio (ACA, por sus siglas en inglés) personas que no son ciudadanas ni residentes legales están exentos: no pueden comprar seguro médico, pero tampoco serán sancionados económicamente por no tenerlo. La nueva medida impulsada por la administración del presidente Barack Obama ha generado un alud de dudas y confusiones en la aplicación de la reforma. Los millones de indocumentados quedaron fuera de cobertura y del mercado de seguros pero eso no significa tácitamente que se tengan que quedar sin ir al médico. Antes de esta ley miles de indocumentados han tenido la opción de acudir a clínicas comunitarias que dan servicio aquí sin importar su estado migratorio. En la actualidad existen unos mil 100 centros de salud comunitarios en California donde uno de cada tres pacientes atendidos es latino. Estos lugares se han convertido en una opción disponible de atención médica para aquellos sin seguro y de bajos recursos. En el condado de Los Angeles hay clínicas comunitarias como Saban Free clínic que ha ofrecido hasta cien mil consultas gratuitas o de bajo costo al año. Estas compañías ofrecen los servicios gracias a donaciones de individuos o corporaciones y se han convertido en las alternativas de atención médica. Al mismo tiempo el Mes de la salud que cada año organizan en octubre un centenar de instituciones y el consulado de México en Los Angeles son un paliativo más en prevención médica. Según un estudio del Instituto de Salud Pública de UCLA, unos 900 mil indocumentados en California no tienen seguro médico (se estima que la mitad de ellos reside en Los Ángeles).