Tras un accidente en su empleo, Ángel Romero Villa tiene que realizarse terapias de hemodiálisis debido a que su riñón se dañó, el problema es que en su lugar de trabajo, tras 30 días de incapacidad, lo despidieron dejándolo sin posibilidades de un sustento económico, por lo que tiene que andar deambulando entre instituciones, fundaciones y asociaciones civiles en búsqueda de apoyo para su tratamiento médico. “De enero a la fecha, me tengo que dializar, tuve un accidente mientras patrullaba en Carácuaro, después de mi incapacidad, me despidieron, me golpee muy fuertemente en la espalda y mi riñón derecho salió afectado”, narró a La Voz de Michoacán, quien fuera director de Seguridad Pública del municipio de Carácuaro. A decir de Romero Villa, nunca contó con servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero logró la incapacidad gracias al vehículo en el que se desplazaba, “la patrulla era nueva, el Seguro Potosí me cubrió una fractura en la rodilla, no tengo IMSS, estuve incapacitado por el Seguro Potosí, estuve un mes, luego me reincorporé al trabajo después de ese lapso de tiempo, cuando llegué al trabajo, me dieron de baja”, comentó. “Me argumentaron que me despidieron porque no avisé de mi accidente, y claro que avisé y mandé las incapacidades, pero no las entregaron, lo que causó mi despido”, expuso con los ojos llenos de incertidumbre.