Jaime Rodríguez López, secretario de Desarrollo Rural en Michoacán informó que la Sedru administra dos viveros de producción de especies frutales que se adaptan a los diferentes climas existentes en las regiones del estado y otras de tipo industrial; que representan un potencial específico para el desarrollo de la actividad, tanto en plantaciones comerciales como en traspatio. Estas unidades se encuentran ubicadas en los municipios de Nuevo Urecho e Ixtlán, en instalaciones que forman parte de los Centros de Fomento Ganadero ahí ubicados y que reúnen las características propias para el desarrollo del material vegetativo, tales como clima con baja incidencia de frío y disponibilidad de agua. Estos materiales se ponen a disposición de la población en general con un costo de recuperación equivalente a su costo de producción en vivero y/o al 50 por ciento del costo real en viveros comerciales. Héctor Rojas Romero, director de Agricultura de la Secretaría de Desarrollo Rural (Sedru), informó que con la aplicación de los recursos 2014, se han distribuido hasta la fecha 115 mil árboles de diferentes especies, donde el movimiento de cítricos destaca con un 30 por ciento del total entregado a productores de la franja de producción en el Valle de Apatzingán, en los municipios de Gabriel Zamora, La Huacana, Múgica, Parácuaro, Apatzingán y Buenavista. Un 60 por ciento corresponde a especies caducifolias que se cultivan en clima templado como son: manzana, ciruela, durazno, pera y manzana; distribuidas en prácticamente todos los municipios que tienen influencia de áreas boscosas colindantes con el Bajío; un 10 por ciento corresponde a especies de clima de transición, como son la guayaba, guanábana, chicozapote y mamey, para municipios colindantes con la región de Tierra Caliente. El titular de la dependencia externó que además de reforzar las plantaciones comerciales existentes, cabe destacar la importancia que representa la dispersión de especies para cultivo en traspatio, esto, por el aporte de alimento que proporcionan los árboles una vez en producción como complemento a las necesidades familiares en hogares de bajos recursos principalmente, lo que representa un apoyo más a las políticas nacionales de combate al hambre.