Notimex/La Voz de Michoacán Los Ángeles. La separación de familias de inmigrantes que piden asilo debe reconocerse como una práctica inhumana, incluso por una administración tan despiadada como la del presidente Donald Trump, afirmó hoy el diario Los Ángeles Times. En uno de sus editoriales de este viernes, el influyente rotativo en inglés condenó la accion del gobierno federal de separar a los niños, incluidos los bebés y los niños pequeños, de sus padres cuando estos no han sido acusados de negligencia o peligro, y solo buscan asilo al huir de violencia en su lugar de origen. El diario criticó lo que llamó discurso manipulador del presidente Trump de acusar a los demócratas de ser los causantes de la separación de familias en la frontera. Solo hay que darle crédito al gobierno de Trump por una cosa: la persistencia en violar los estándares básicos de la decencia humana en su enfoque de la inmigración”, puntualizó. Ya era bastante malo que la administración haya separado a más de 700 niños de sus padres en la frontera desde octubre. Muchos, si no la mayoría de ellos, en las últimas semanas, la administración adoptó una táctica nueva, incluso más dura”, resaltó. El gobierno dijo que ahora comenzaría a acusar al "100 por ciento" de personas que cruzan la frontera sur ilegalmente con violaciones criminales, y que si vinieran con niños, esos niños serían entregados al cuidado del Departamento de Salud y Servicios Sociales. La llamada política de "tolerancia cero" parece segura que aumentará drásticamente la cantidad de niños que serán separados de sus familias, advirtió. Si está contrabandeando a un niño, entonces lo procesaremos a usted y ese niño será separado de usted como lo exige la ley", declaró el procurador general Jeff Sessions. Sessions y Thomas Homan, subdirector de Inmigración y Control de Aduanas, han tratado de pasar la nueva política como un esfuerzo para combatir la "trata de personas" en lugar de un disuasivo cruel y cínico para los aspirantes a inmigrantes y solicitantes de asilo. Pero esa explicación no se sostiene, de hecho, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, John F. Kelly, fue más honesto cuando declaró hace dos semanas que la separación de la familia "sería un fuerte impedimento". El presidente, por supuesto, ha tratado una vez más de confundir el problema al twittear información errónea. En este caso, instó a sus seguidores a "presionar a los demócratas para que pongan fin a la horrible ley que separa a los niños de sus padres [sic] una vez que cruzan la frontera hacia Estados Unidos". Pero no existe tal ley. Es cierto que, como cuestión de política, los niños se están separando de sus padres indocumentados. Pero esto es totalmente el resultado de la nueva política de "cero tolerancia" de la administración Trump al acusar a todos los que cruzan la frontera, de un delito. No es una ley, y ciertamente no es algo hecho por los demócratas”, enfatizó el diario. Los defensores de los derechos humanos dicen que la política de separar a las familias es inhumana e incluso puede constituir tortura para los niños separados, anotó. El movimiento de línea dura es parte de la fijación obsesiva de la administración en la inmigración ilegal, y su deseo de admitir aún menos inmigrantes legales y refugiados que en administraciones anteriores, aseveró. En el primer año de administración de Trump, se emitieron menos visas de inmigración basadas en la familia que en cualquier otro momento de la década anterior. Trump también ha reducido severamente la cantidad de refugiados que se reasentarán aquí, de 110 mil en el año final de Obama a 45 mil este año. El gobierno no debería acusar a las personas de un delito porque pidieron ayuda, apuntó el considerado diario más importante en el oeste de Estados Unidos. Limitar la inmigración legal no está en los intereses a largo plazo de la nación, aunque el sistema ha estado en extrema necesidad de una reforma integral durante años, algo que el Congreso no ha logrado, acotó. Trump rinde homenaje a las reformas, pero su verdadero objetivo es construir un muro a lo largo de la frontera con México y deportar a muchas de las personas que viven ilegalmente en Estados Unidos, sin importar cuánto tiempo hayan estado aquí, sin importar cuántos niños ciudadanos estadunidenses tengan, ni ninguna otra circunstancia atenuante. Como cuestión de política, el gobierno no debe hacer oídos sordos a los que llegan a la frontera con miedo a sus vidas que piden protección. No todos tienen un argumento creíble, pero el gobierno tiene un sistema para manejar dichas solicitudes, finalizó.