Zacapu, Michoacán.- El Gobernador del Estado, Silvano Aureoles Conejo anunció una nueva ofensiva contra los talamontes y todos aquellos que dañen el medio ambiente que serán atendidos mediante la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Ambientales y la división de la Policía Ambiental, este último ya en capacitación de los elementos que vigilarán el ecosistema de Michoacán. Además, anunció una estrategia con la que se pretende generar un valor agregado al medio ambiente de Michoacán, con el objetivo de evitar afectaciones relacionadas al cambio de uso de suelo, además de la deforestación. Teniendo como escenario el Lago de Zacapu, el mandatario estatal enfatizó que “no habrá espacio para la impunidad de estos grupos que se han dedicado a saquear los recursos de los bosques. No habrá tolerancia para estas mafias que se mueven en la ilegalidad”. Como parte de su gira de trabajo por el municipio de Zacapu, el mandatario estatal especificó tres estrategias que deberán cuidar y proteger el medio ambiente. La primera relacionada con la creación de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Ambientales, que junto con la División de la Policía Ambiental emitirán medidas productivas para orientar en las comunidades y ejidos el aprovechamiento de los recursos naturales, particularmente con el cambio de uso de suelo sin permiso y la tala clandestina. La segunda en cuanto a las responsabilidades que se fincarán a las personas que afecten el ecosistema y el medio ambiente de Michoacán, principalmente en las zonas que actualmente son consideradas como foco rojo y que son ricas en bosques, como es la Meseta Purépecha, Mil Cumbres y el Oriente del Estado. “Son sitios de mayor problema de incidencia de tala (…), grupos de mafia que hallaron la explotación ilegal del bosque y han hecho organizaciones que manipulan con niños y mujeres al momento de generar bloqueos”, dijo. Y el tercero, en materia de homologar el pago por los servicios ambientales, con el objetivo de que haya mayor interés por parte de la población y se evite destruir el medio ambiente. “En el Estado de México se les paga mil 500 pesos por hectárea, en Michoacán es de 600 pesos y la gente prefiere tumbar el bosque”. Para más información consulta la edición impresa de este 29 de marzo de 2016.