Arturo Molina/La Voz de Michoacán Morelia. Mientras que el programa de verificación vehicular del estado de Michoacán que se lleva a cabo en la ciudad de Morelia y la Zona Metropolitana no ha logrado avanzar ni a un uno por ciento del total del padrón de automóviles a verificar este año, el sector transportista contabiliza por miles la presentación de amparos ante tribunales federales para eludir esta medida estatal. Según información de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), se revela que durante el primer mes de verificación local en Michoacán se lograron verificar un total de 956 automóviles con el holograma local. Asimismo, se destacó que al menos 349 automóviles que acudieron a los centros de verificación del estado fueron rechazados. El total de los vehículos verificados en los diferentes tipos de hologramas, incluidos aquellos que dan certeza para transitar en la Ciudad de México y zonas de la Megalópolis, dan la suma de 2 mil 460 automóviles verificados. Cifras de los primeros 11 días del mes de febrero estacan que van 612 automóviles que se sumarán al total de ciudadanos que han acatado es norma oficial. No obstante, los poco más de mil 500 automóviles que han adquirido el holograma L, el cual es obligatorio para transitar en Morelia y la Zona Metropolitana, sigue representando menos del uno por ciento del universo de vehículos que circulan por la capital del estado. En Morelia se tiene un registro de los 530 mil automóviles, más otra cantidad no especificada que provienen de otros estados y que normalmente circulan en esta región, por lo que, con simples cálculos matemáticos, se ha dado cuenta de que para que se logre la meta de verificar todos los automóviles este año, se tendrían que realizar a una tasa promedio de 300 unidades por día. La información vertida en los portales del gobierno del estado de Michoacán refiere a 241 pesos mexicanos por el costo global de los hologramas. Para lograr una mejora en la participación ciudadana, se han generado incentivos de que si se paga en el primer mes, se podrá acceder a un descuento del 15 por ciento, si se paga el segundo mes será el 10 por ciento y si se paga al tercero se accederá a un 5 por ciento. Una de las aclaraciones que ha hecho el gobierno del estado, ha sido que la verificación no es una medida recaudatoria, toda vez que el costo de los hologramas es básicamente para la manutención de los verificentros, así como para las campañas de concientización que ha desplegado el gobierno estatal. Respecto a la lenta afluencia con la que se ha registrado el primer mes de verificación, autoridades de la Semaccdet y propiamente del gobierno del estado, no han dado declaración alguna, incluso en torno al hecho de que los transportistas locales han formado bloques para ampararse y salir librados de lo que consideran, una carga fiscal más. José Trinidad Martínez Pasalagua, líder de la Comisión Reguladora del Transporte en Michoacán, destacó que fue al filo de las 12:00 del mediodía del miércoles se presentaron ante tribunales federales con sede en la ciudad de Morelia para ampararse en contra de la verificación. Fue a finales del mes de enero en que destacaron que serían más de 20 mil operadores de transporte los que se opondrían a la medida estatal. Uno de los principales argumentos que ha puesto sobre la mesa el gobierno del estado a través de las dependencias ambientales, ha sido los altos niveles de contaminación que imperan en las fuentes móviles. Son los vehículos y, sobre todo, el transporte público los que más siguen afectando a la atmosfera. A pesar de que han sido considerados como el “foco rojo” de emisiones contaminantes del estado, no es la primera vez que transportistas se reúsan a participar. Al respecto transportistas michoacanos han iniciado una contracampaña en cuanto al tema de la recién echada andar verificación vehicular. Por medio de rotulados y calcomanías, cientos de camionetas y camiones colectivos han dado a conocer su postura en torno al nuevo impuesto. Sólo en la capital michoacana coexisten cerca de 10 mil unidades de taxi en Morelia, de las cuales se estima una gran parte ya ha rebasado los 10 de servicio, lo anterior sumado a que trabajan hasta 3 turnos de 8 horas, es decir 24 horas los 7 días de la semana para potenciar las ganancias, representan una gran cantidad de contaminación. Lo anterior implica una emisión mucho mayor de gases de efecto invernadero.