Morelia, Michoacán. En aras de proteger a la población que gusta vacacionar en temporada de verano, la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM), a través de su Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), vigila que las albercas y balnearios de todo estado sean aptos para el recreo humano y libres de riesgos sanitarios. A través de su Departamento de Evidencia Sanitaria, la Coepris tomará durante mayo y junio un total de 114 muestras a igual número de albercas y balnearios, incluyendo las de los hoteles, clubes deportivos y escuelas de natación, informó su titular, Rafael García Tinajero Pérez. Alineados a lo dispuesto por el Gobernador de la Salud, Silvano Aureoles Conejo, quien de manera permanente instruye al titular de la SSM, Elías Ibarra Torres, a atender la prevención y el cuidado de las y los michoacanos, es que se llevan a cabo todo este tipo de acciones encaminadas a garantizar las mejores condiciones de seguridad e higiene para evitar cualquier infección o el contagio de alguna enfermedad. Explicó que durante el mes de mayo se tomaron 54 muestras y que durante el mes de junio se tomarán otras 60 muestras más, ya que los resultados deben de estar listos antes del 5 de julio, para que en el caso de que alguna alberca sea detectada con alguna anomalía, pueda ser atendida para que los bañistas no corran riesgos sanitarios. Con estas acciones preventivas se podrán evitar riesgos a la salud en la población usuaria, ya que para ello la autoridad sanitaria cuenta con un programa de Calidad Bacteriológica en el Agua de Albercas, cuyo objetivo proteger a la población usuaria de enfermedades asociadas a la contaminación del agua, como las conjuntivitis, dermatitis y enfermedades gastrointestinales por la presencia de coliformes fecales, E. Colli y amiba de vida libre. Por ello es vital que las personas que acuden a nadar lo hagan con traje de baño limpio y bien aseados, de lo contrario pueden ser portadores de coliformes fecales al agua. También se requiere que los propietarios de las albercas laven y tallen las paredes de las mismas, y que posteriormente las desinfecten, para evitar la presencia de las amibas de vida libre que se dan por la suciedad o por el nulo tallado a las paredes. La vigilancia a las albercas es permanente durante todo el año, pero se intensifica en periodos vacacionales.