La videocámara corporal de un policía muestra que el padre de un niño autista de seis años tenía las manos arriba y no representaba una amenaza mientras el agente abrió fuego contra su automóvil, hiriendo gravemente al conductor y matando a su hijo, afirmó el lunes el abogado del hombre. "Esta no fue una situación amenazante para el policía", declaró Mark Jeansonne, abogado de Chris Few, quien permanece hospitalizado y no pudo asistir el lunes al funeral de su hijo, Jeremy Mardis. Jeansonne habló luego de una audiencia a puerta cerrada en una cárcel de Louisiana, donde dijo que los dos agentes permanecen detenidos bajo fianza de un millón de dólares cada uno. Derrick Stafford, de 32 años, de Mansura, y Norris Greenhouse Jr., de 23, de Marksville, están acusados de asesinato no premeditado e intento de asesinato no premeditado. El abogado afirmó que aún no ha visto el video, pero su contenido fue descrito al juez durante la audiencia. También mencionó que aunque la condición de Few mejora, aún no le han informado que su hijo murió en el lugar. La policía estatal se negó a hacer comentarios citando que la investigación está en curso. También el lunes, el fiscal de distrito Charles A. Riddle se retiró del caso porque no podía garantizar imparcialidad, en vista de que uno de sus principales fiscales asistentes es padre de Greenhouse. El proceso "no es bueno para ninguno de nosotros", afirmó Riddle. La fiscalía estatal se hará cargo del procesamiento. La policía estatal de Louisiana anunció la noche del viernes que había detenido a los dos agentes involucrados en el caso, lo que levantó dudas desde el principio. Los informes iniciales sugieren que los policías estaban cumpliendo una orden judicial contra Few, pero el jefe de la policía estatal de Louisiana, Mike Edmonson, dijo que no había evidencia de una orden judicial y que ninguna arma fue encontrada en el lugar. Los investigadores han estado revisando la evidencia forense, las llamadas al número de emergencias 911 y las grabaciones de las videocámaras corporales, las cuales describió Edmonson en la conferencia de prensa del viernes. La policía estatal dijo que el niño murió con el cinturón de seguridad puesto en el asiento de copiloto. "Es la cosa más perturbadora que he visto", declaró Edmonson. "Jeremy Mardis tenía 6 años. No merecía morir así".