El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que el histórico acuerdo nuclear alcanzado hoy con Irán detendrá la proliferación de armas nucleares en Medio Oriente y advirtió al Congreso que vetará cualquier intento de bloquear su implementación. “Estados Unidos, junto con nuestros socios internacionales, logró algo que décadas de animosidad no pudieron”, dijo el mandatario en un mensaje pronunciado desde la Casa Blanca en el que insistió que el acuerdo descansa no en la confianza sobre Teherán, sino en un programa de estrictas verificaciones de parte de la comunidad internacional. El pacto al que se llegó en Viena, Austria, después de dos años de intensas negociaciones, limitará la capacidad de Irán para producir uranio altamente enriquecido, necesario para la fabricación de armas, a cambio del levantamiento de las sanciones económicas vigentes. Acompañado por el vicepresidente Joe Biden, Obama explicó que el levantamiento de las sanciones, tanto las impuestas por Estados Unidos como por la ONU, estará supeditado al cumplimiento por parte de Irán de las obligaciones contraídas en el convenio. Advirtió que las sanciones serán restablecidas de manera automática si Irán incumple sus compromisos de largo plazo, que en algunos casos se extenderán durante los próximos 25 años. Como parte del acuerdo, Irán desmantelará dos terceras partes de su infraestructura de centrífugas, las máquinas necesarias para producir uranio altamente enriquecido, y se deshará del 98 por ciento de sus reservas de uranio enriquecido. Esta limitación tendrá un periodo de vigencia de 15 años. De acuerdo con el mandatario, las reservas actuales de uranio enriquecido con que cuenta Irán pueden ser utilizadas para producir 10 bombas nucleares. Irán modificará igualmente el núcleo de su reactor nuclear en Arak, accediendo a almacenar fuera del país el combustible utilizado en la operación de este reactor, y comprometiéndose a no construir un nuevo reactor nuclear de agua pesada durante los próximos 15 años. Obama hizo notar que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) tendrá acceso permanente a las instalaciones nucleares iraníes, “lo cual significa que este acuerdo está construido no sobre la confianza, sino en verificaciones”. Este acceso irrestricto a instalaciones nucleares o sospechosas de conducir actividad nuclear será permanente. Dijo que con el propósito de asegurarse que Irán no pueda ocultar materiales esenciales para la construcción de armas nucleares, algunas de las medidas de “transparencia”, como las calificó, estarán vigentes por 25 años. Irán se comprometió igualmente a renunciar al desarrollo de armas nucleares bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear. El mandatario dijo que conforme Irán tome los pasos para la implementación de este acuerdo, las sanciones que pesan sobre su economía serán relajadas gradualmente durante los próxima década, incluyendo aquellas que se refieren a armas y misiles balísticos. Obama insistió en la importancia de que el Congreso dé su visto bueno al convenio, al indicar que la ausencia de un acuerdo como este, Irán no se vería forzado a acudir a la mesa de negociación como lo hizo ahora, por el impacto de las sanciones en su contra. “La ausencia de un acuerdo significa que no habría limitaciones sobre el programa nuclear de Irán, y tal escenario haría muy probable que otros países en el Medio Oriente se sientan motivados a buscar su propios programas nucleares, amenazando con una carrera nuclear en una de las más volátiles regiones del mundo”, advirtió. “Creo que sería irresponsable distanciarse de este acuerdo, pero en un tema difícil como este es importante que los estadunidenses y los representantes del Congreso tengan la oportunidad de revisar el acuerdo”, indicó. Empero advirtió que vetará cualquier intento del Congreso de bloquear la implementación del convenio, insistiendo que acuerdos como este no se negocian con amigos, sino con adversarios, como en su tiempo Estados Unidos lo hizo con la entonces Unión Soviética.