Empleados de la automotriz alemana Volkswagen (VW) admitieron haber instalado en los motores diésel programas para engañar a los controles de emisiones de gases contaminantes en 2008, revela hoy el principal diario del país. De acuerdo con Bild, una docena de ingenieros reconocieron su participación en la manipulación al ser cuestionados por el equipo encargado por la propia compañía de investigar el tema internamente. No obstante, ninguno de ellos habría dado indicios sobre la identidad de la persona por detrás del orden de instalar los programas. Los ingenieros en cuestión habrían afirmado que es técnicamente imposible fabricar el motor EA 189, objeto del escándalo, respectando los límites de emisiones impuestos por las autoridades europeas y estadunidenses sin aumentar considerablemente los costes. Volkswagen admitió haber equipado 11 millones de vehículos con motores trucados y atribuyó la manipulación a un pequeño grupo de empleados. La compañía tiene previsto iniciar la próxima semana un llamado a revisión de los coches concernidos para adaptarlos a las normas.