Caracas.- La decisión de suspender un posible referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro y el incremento de la represión y persecución política han aumentado el desprestigio internacional del gobierno, consideró el diplomático retirado Milos Alcalay. El internacionalista aseguró que la negativa de Maduro a someterse a un referéndum para evaluar su gestión y las nuevas acciones contra sus adversarios políticos han puesto en tela de juicio sus credenciales democráticas. “La radicalización del gobierno ha prendido las alarmas a nivel internacional, especialmente la decisión de suspender el revocatorio, la protección a las hordas que asaltaron el Parlamento (en la sesión del 23 de octubre) o que haya nuevos presos políticos”, enumeró. Alcalay, ex embajador venezolano ante las Naciones Unidas, sostuvo que “el aislamiento del gobierno a nivel internacional es cada vez mayor”, en la medida en que aumentan los cuestionamientos en materia de derechos humanos y principios democráticos. En tanto, en las últimas semanas los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Chile, México o España, entre otros han manifestado su “preocupación” por la suspensión del revocatorio tras la decisión de varios tribunales. Sin embargo, el gobierno ha criticado todos los pronunciamientos por considerarlos “injerencistas” en sus asuntos internos, al tiempo que ha defendido la autonomía de los poderes públicos que frecuentemente son acusados de estar subordinados al oficialismo. Alcalay consideró que “lo más deseable es que la crisis política que vive Venezuela se solucione a través de un evento electoral porque está establecido en la Constitución y sería lo menos traumático para el país”. En ese sentido, el diplomático sostuvo que la salida electoral podría darse a través de la reactivación del revocatorio o realizar unas “mega elecciones” para legitimar la presidencia y la Asamblea Nacional (Congreso unicameral). El problema, acotó el diplomático retirado, es que el gobierno de Maduro es consciente de que su nivel de rechazo rondaría entre el 70 y 80 por ciento, por lo que su estrategia es evitar a toda costa recurrir a un evento electoral que desnude su impopularidad. Alcalay señaló que toda salida a la crisis política pasa porque el gobierno acepte la celebración de un revocatorio o elecciones, porque de lo contrario la crisis venezolana se mantendrá o inclusive podría agudizarse. “El gobierno no quiere entender que es rechazado por la mayoría del pueblo por la crisis económica y humanitaria que vive Venezuela y mientras el gobierno pretenda mantenerse en poder contra viento y marea no habrá salida a la crisis”, advirtió.