Analizan Papa y presidente italiano la crisis económica

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Notimex / La Voz de Michoacán
Ciudad del Vaticano, 8 Jun.- El Papa Francisco y el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, analizaron hoy el impacto de la crisis económica en Europa y en otros países del mundo, durante una audiencia privada que sostuvieron en el Vaticano.

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En el encuentro, que tuvo lugar en la biblioteca personal del Papa, ubicada en el segundo piso del Palacio Apostólico, también se habló sobre la necesidad de promover la libertad religiosa en el mundo y la colaboración en materia internacional, indicó una nota vaticana.

"Se analizaron también aspectos que caracterizan el actual cuadro internacional, como el preocupante deterioro de los conflictos que azotan al área mediterránea oriental y la inestabilidad en la zona norafricana, que pesan también sobre antiguas comunidades cristianas".

Poco antes de las 11:00 horas locales (09:00 GMT), Napolitano llegó hasta el Patio de San Dámaso, donde fue recibido por el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Gaenswein. Luego se trasladó hasta los aposentos papales.

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En la Sala del Troneto fue recibido con cordialidad por Jorge Mario Bergoglio, quien lo invitó a pasar a la biblioteca, donde se sentaron ante un gran escritorio de madera.

Tras 25 minutos de cara a cara en privado, se pasó a los discursos oficiales de ambos. Además de agradecer por la acogida y el afecto de los italianos, Francisco tocó varios temas sensibles en su alocución.

Denunció que en el mundo de hoy la libertad religiosa es a menudo más afirmada que realizada y, de hecho, es obligada a sufrir amenazas de variado tipo y no raramente es violada.

"Los graves ultrajes a tal derecho primario son fuente de seria preocupación y deben ver la equitativa reacción de los países del mundo en el reafirmar, contra todo atentado, la intangible dignidad de la persona humana", señaló.

"Es un deber de todos defender la libertad religiosa y promoverla para todos. En el cuidado compartido de tal bien moral se encuentra, además, también una garantía de crecimiento y de desarrollo de la entera comunidad", apuntó.

Reconoció que la crisis actual pesa especialmente sobre la parte más débil de la sociedad y manifestó su preocupación ante los fenómenos como la debilitación de la familia y de los vínculos sociales y el decrecimiento demográfico.

También alertó contra la prevalencia de lógicas que privilegian el beneficio respeto al trabajo, la insuficiente atención a las generaciones más jóvenes y a su formación, en vistas a un futuro sereno y seguro.

"En un momento de crisis como el actual, es por lo tanto urgente que pueda crecer, sobre todo entre los jóvenes, una nueva consideración del empeño político y que, creyentes y no creyentes, colaboren juntos en la promoción de una sociedad en la que las injusticias puedan ser superadas y cada persona sea acogida", ponderó.

Tras despedirse del obispo de Roma, Napolitano, acompañado por la ministra de Relaciones Exteriores Emma Bonino, se reunió -también en privado- con el "número dos" del Vaticano, el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, y el secretario para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti.