Notimex / La Voz de Michoacán Washington, 29 Mar.- El debate sobre la reforma migratoria en Estados Unidos arreció esta semana pese al receso, por la Semana Santa, del Congreso que prepara una propuesta bipartidista para presentarla en abril próximo. Los senadores republicanos John McCain y Jeff Flake, y los demócratas Chuck Schumer y Michael Bennet, que forman partes del llamado grupo de los ocho en el Senado que elaboran un proyecto de ley migratoria, visitaron esta semana una zona fronteriza en Nogales, Arizona. Los legisladores atestiguaron cuando una mujer "saltó con éxito" la cerca fronteriza de unos 5.4 metros para ingresar de manera ilegal a Estados Unidos, pero que agentes de la Patrulla Fronteriza lograron detener. McCain señaló que el incidente "es otro recordatorio de que las amenazas a nuestra seguridad fronteriza son reales", que es una de las condiciones en los principios anunciados por el Senado para facilitar la ciudadanía a unos 11 millones de indocumentados. Mientras, el diario The Washington Post indicó este viernes que la disputa de un programa de salarios y visas para trabajadores huéspedes representa un serio obstáculo para la propuesta que preparan los senadores que puede descarrillar los esfuerzos como ya ocurrió en 2007. Las diferencias sobre los flujos futuros de migrantes generaron fisuras entre la Cámara de Comercio de Estados Unidos y la Federación de Sindicatos de Estados Unidos (AFL-CIO), que en fecha reciente manifestaron en público su apoyo a esos esfuerzos. Los empresarios favorecen un programa de 400 mil visas para trabajadores temporales con salarios bajos, mientras los sindicatos y demócratas proponen un menor número de visas pero con salarios por encima del mínimo, para evitar perjudicar a empleados estadounidenses. En declaraciones a la cadena Telemundo, el presidente estadounidense Barack Obama indicó el miércoles que hasta el momento se ha mantenido al margen de la disputa ya que consideró que ese es un tema "que puede resolverse". Por su parte, coaliciones pro-inmigrantes continúan con movilizaciones en todo el país, la cuales incluyen visitas a congresistas, foros comunitarios con testimonios de indocumentados, teleconferencias y recorridos en autobús, a lo que se sumará una marcha el 10 de abril en Washington.Mientras, grupos pro-inmigrantes pidieron a los senadores Charles Schumer y Marco Rubio, que integran el grupo bipartidista sobre la reforma migratoria, que condenen las declaraciones del republicano Don Young, quien se refirió a los indocumentados como "espaldas mojadas". Young ofreció disculpas al indicar que en una entrevista radiofónica usó un término que antes "era común", pero que ahora "no es utilizado de la misma manera en estos días y nunca quise ser irrespetuoso".