Notimex / La Voz de Michoacán Washington, 20 Abr.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, señaló hoy que el ataque terrorista de Boston fracasó en doblegar el espíritu de esa ciudad y el país entero y que éste será el legado que trascenderá entre las futuras generaciones. En su discurso radial de los sábados, Obama rindió tributo a quienes auxiliaron a las victimas de las dos explosiones ocurridas en la meta del maratón de Boston y las fuerzas de seguridad que trabajaron sin descanso para proteger a la población. "El lunes, un acto de terror hirió a docenas y mató a tres inocentes en la maratón de Boston pero desde entonces, el mundo atestiguó una firme y segura verdad: Estados Unidos se rehúsa a ser amenazado por el terrorismo". Más que el caos generado en los segundos iniciales de las dos explosiones, Obama dijo que el recuerdo que perdurará será el de las historias de heroísmo, determinación, de capacidad de respuesta y de amor. Como lo hizo en el servicio interreligioso al que asistió el jueves en esa ciudad, el mandatario recordó como aun exhaustos corredores, junto a paramédicos, equipos de emergencia y espectadores acudieron al auxilio de las víctimas. Se refirió también a los cientos de policías que trabajaron sin descanso para proteger a la población en los días posteriores. "Como país, estamos eternamente agradecidos por el profundo sacrificio que hicieron en su servicio, algunos veces haciendo el ultimo sacrificio para defender a quienes juraron hacerlo", añadió. Para Obama todo esto fue el mero reflejo de los valores con lo que este país respondió frente al terrorismo: solidaridad, compasión y determinación. "En los días que habrían puesto a prueba aun a las más robustas almas, el espíritu de Boston se mantuvo sin ser intimidado, el espíritu de Estados Unidos se mantuvo firme. Nuestra fe en nosotros, nuestro amor por este país es lo que nos hace fuertes, y es por eso que resistimos", comentó. En su discurso, que fue grabado con anticipación, Obama no hizo mención alguna al arresto el viernes por la noche del segundo de los sospechosos de los atentados, tras una cacería humana que se prolongó por poco más de 24 horas.