AP / La Voz de Michoacán Río de Janeiro. En una de las elecciones más polarizadas de los últimos tiempos, que han estado marcadas por un clima de descontento por la crisis económica y un hastío con la mayor parte de la clase política luego de la revelación de un enorme esquema de corrupción, los brasileños decidían el domingo quien presidirá el país por los próximos cuatro años. Un milagro, es lo que pide una votante que ejerce su derecho al voto en las elecciones presidenciales en Brasil, desde el Consulado en Venezuela, cientos de personas acuden para participar en la segunda vuelta que elegirá un nuevo presidente. #EnVIVO por: https://t.co/1QcPa6bsXs pic.twitter.com/xpGsjIM8NW — VIVOplay (@vivoplaynet) 28 de octubre de 2018 La mayor parte de las casillas cerraron a las cinco de la tarde. Sólo un estado al norte continuaba recibiendo votos por la diferencia horaria. Poco antes del cierre, el presidente Michel Temer dijo que su gobierno estaba listo para entregar el poder a quien resultara elegido durante la jornada. El mandatario votó en Sao Paulo y aseguró que la transición empezaría uno o dos días después y que esperaba que ocurriera con calma y tranquilidad. Jair Bolsonaro, un exmilitar de extrema derecha --que se describe como un “salvador de la patria” y que prometió sacar a Brasil de una debacle moral, política y económica-- es el favorito para ganar la segunda vuelta de los comicios presidenciales. Las encuestas más recientes lo colocaron 12 puntos por encima de su contrincante Fernando Haddad, candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores. Sin embargo, Haddad y los seguidores de la izquierda confían en una sorpresiva remontada, alentados por los pronunciamientos de apoyo de algunas personalidades en las últimas horas --incluido el exmagistrado de la Corte Suprema, Joaquim Barbosa-- y por la tendencia de crecimiento que mostró su candidatura en los últimos días. Es difícil que se dé vuelta, pero en los últimos días empecé a tener un poco de esperanza. Nunca voté por el PT pero esta vez no tuve opción; Bolsonaro es un monstruo”, dijo Luiz André Alvin, de 46 años y quien trabaja como cocinero. Ambos candidatos votaron temprano. Bolsonaro, rodeado de agentes de seguridad, no hizo declaraciones. En tanto, Haddad comentó: “Confío en que podemos ganar. Hay muchas voces democráticas que pudiendo callarnos, han hablado a favor nuestro”.