Detienen a empleados de un hospital por tener en su poder 2 corazones humanos, en Cuba

Los detenidos eran eviscerador y terapeuta ocupacional en el nosocomio, según difundió el Ministerio de Salud Pública de Santiago de Cuba

Agencias / La Voz de Michoacán

Santiago, Cuba. La policía cubana investiga a dos trabajadores de un hospital de Santiago de Cuba que estaban en posesión de dos corazones “de posible procedencia humana”, informaron medios locales este lunes.

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De acuerdo con el portal 14ymedio, se trata de dos empleados del Hospital Doctor Ambrosio Grillo Portuondo. Uno de ellos trabajaba como eviscerador y el otro como terapeuta ocupacional.

“Ciertamente, existen dos trabajadores del hospital de referencia que se desempeñan como eviscerador y terapia ocupacional, detenidos el día 9 de diciembre del 2022 por presunto hecho delictivo, al habérseles ocupado dos corazones de posible procedencia humana”, señala una nota difundida el sábado en Facebook por el Ministerio de Salud Pública de Santiago de Cuba.

De acuerdo con el Ministerio, los detenidos son investigados no solo por la policía, sino por “una comisión” que busca esclarecer lo ocurrido.

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Las detenciones se produjeron después de que Yannis Estrada, activista contrario al régimen de Miguel Díaz-Canel, advirtiera en Twitter, sin ofrecer pruebas de sus afirmaciones, que “un empleado del Hospital Ambrosio Grillo, muy cerca del Santuario del Cobre, fue condenado a 30 años de cárcel al conocerse que estaba extrayendo órganos y grasa corporal de fallecidos para triturarlos y venderlos como picadillo”.

Posteriormente, actualizó su tuit, aclarando que de acuerdo con su fuente, el verdadero fin del tráfico de órganos en el hospital era para “realizar rituales religiosos”. Las autoridades no han confirmado aún la versión.

Luego de que el Ministerio publicara la información, que confirma los dos detenidos que estaban en posesión de corazones, Yannis señaló: “Finalmente el Ministerio de Salud Pública del régimen cubano se ha pronunciado acerca de la noticia que compartí. Yo simplemente recibí una información, la publiqué y la catalogué como lo que es: un hecho aterrador y espeluznante”.