Notimex / La Voz de Michoacán Berlín. El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, recibió hoy visitas en la prisión alemana de Neumünster, al norte de Alemania, donde se encuentra encarcelado, mientras que la justicia de Schleswig Holstein toma una decisión sobre su eventual extradición a España. La mujer del expresidente, Marcela Topor, le visitó por primera vez desde su arresto por parte de la policía alemana el pasado 25 de marzo. La familia Puigdemont-Topor estaría mirando opciones de alojamiento por la zona de Schleswig-Holstein porque el proceso de tramitación de la extradición puede alargarse. En la verja que rodea el penal, algunos seguidores catalanes colocaron dos banderas de Cataluña, así como fotos del politico independentista. Se identificaron como catalanes independentistas españoles en contra del gobierno del presidente Mariano Rajoy y piden la libertad de Puigdemont. El vicepresidente del Parlamento de Cataluña, Josep Costa, acudió este día a saludar al expresidente de la Generalitat. Ha insistido en que Carles Puigdemont está bien, es optimista y confía en la independencia de la justicia alemana, de acuerdo con declaraciones a la prensa ahí reunida. “Tiene una buena predisposición a defenderse y a defender políticamente lo que le ha llevado hasta aquí. Está dispuesto a seguir representando lo que al día de hoy quiere el Parlamento de Cataluña, así como lo que representa el mandato democrático de los ciudadanos de Cataluña”, dijo Costa. La Mesa del Parlamento catalán aceptó este martes la delegación del voto del expresidente. “No hay ninguna intención de hacer renuncias ni de dar ningún paso atrás”. “El presidente es optimista y tiene plena confianza en que la justicia de este país (Alemania) le escuchará y respetará sus derechos, y que podrá ver que, en última instancia, es una causa política”, añadió al explicar el punto de vista del politico y de su gente. Desde las filas de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) partido de la coalición de gobierno de Ángela Merkel, ya hubo las primeras reacciones, que se mantienen en la línea habitual del ejecutivo alemán: insistir en que el conflicto catalán debe ser resuelto a nivel interno en España en el marco de la Constitución.