Notimex / La Voz de Michoacán Nueva Delhi, 8 de mayo.- Bangladesh anunció hoy que ha cerrado 18 fábricas textiles desde el derrumbe a finales de abril de un complejo cercano a Dacca que ha causado la muerte a más de 800 personas, cuyos cadáveres en descomposición se afanan en identificar los familiares. Dieciséis de los talleres fueron clausurados en la capital, Dacca, y los dos restantes en la ciudad portuaria de Chittagong, la segunda más importante del país asiático. "No queremos otra derrota para la humanidad, así que hemos empezado a trabajar para garantizar la seguridad de los empleados siguiendo las directivas del Gobierno", justificó en rueda de prensa el ministro bangladeshí de Textil y Yute, Abdul Latif Siddiqui. La medida llega después de la tragedia vivida en el suburbio industrial de Savar, donde hace dos semanas se desplomó un edificio de nueve pisos que albergaba cinco talleres textiles causando hasta el momento 803 muertos y 2 mil 437 heridos. El Ejército y los equipos de rescate continúan recuperando diariamente decenas de cadáveres entre el amasijo de escombros en el que se ocultan aún un número indeterminado de cuerpos. Según información oficial recogida por el portal Bdnews24, 580 cadáveres han sido entregados a sus familias, aunque muchos otros no han podido ser aún identificados. "Mis rezos están dirigidos al Todopoderoso para que me ayude a encontrar a mi hija, así su madre podrá verla y darle descanso eterno", declaró al diario bangladeshí The Daily Star Shamsul Alam. Alam es uno de los cientos de personas que esperan resignados en el colegio Adhar Chandra de Savar, el lugar elegido por los equipos de rescate para trasladar los cuerpos que van encontrando entre toneladas de hierro y cemento. El presidente de la Media Luna Roja local, M.S. Akbar, afirmó hoy que la labor de algunas organizaciones de ayuda en la catástrofe se centra ahora en dar apoyo a los supervivientes y a las personas que "lloran por encontrar los cuerpos de sus familiares". De acuerdo con Akbar, el estado de descomposición de algunos de los cuerpos es tan avanzado que han optado por la identificación de los cadáveres a través de pruebas de ADN. De hecho, 64 de ellos han tenido que ser enterrados sin haber sido devueltos a sus familiares. "No me importa el estado de descomposición en el que se encuentre el cuerpo, sé que podré reconocer a Nasrin", suplicaba desesperado Anwar Zahid, familiar de una víctima. Pese a dar por hecho que su joven esposa está muerta, Zahid asegura que no descansará hasta que pueda enterrar a la madre de su único hijo. La catástrofe ha conmocionado a Bangladesh y puesto de manifiesto las malas condiciones laborales y de seguridad que sufren los trabajadores de fábricas textiles en el país asiático que abastecen a las grandes multinacionales occidentales. La industria textil representa el 78 % de las exportaciones de Bangladesh, unos 19 mil millones de dólares, según los últimos datos oficiales, un sector que cuenta con 5 mil 400 fábricas y más de cuatro millones de trabajadores, la mayoría de ellos mujeres.