Notimex / La Voz de Michoacán Washington, 7 May.- El rescate de tres mujeres, tras una década en cautiverio, conmovió hoy a la opinión pública de Estados Unidos y puso en primer plano la desaparición anual de más de 600 mil personas en el país. Según el Centro Nacional para Adultos Perdidos, dos mil 300 estadounidenses son reportados extraviados cada día, más de 320 mil hombres y más de 330 mujeres se reportan como perdidos cada año. En tanto, John Ryan, del Centro Nacional para Niños Perdidos o Explotados, dijo que cada año se registran unos 800 mil nuevos secuestros de menores. La Oficina Federal de Inteligencia (FBI) indicó que esa agencia en colaboración con la policía estatal entrevistarán este miércoles a Ariel Castro de 53 años, Pedro de 50 años y O´Neil de 50 años, como sospechosos de secuestrar a tres jóvenes en Cleveland, Ohio. El sargento Sammy Morris del Departamento de Policía de Cleveland, dijo a la cadena CNN que los sospechosos enfrentan cargos de secuestro y violación sexual. Autoridades policiales habrían señalado que el mismo día serán presentados cargos en contra los hermanos Castro arrestados la víspera tras el rescate de Amanda Berry, Georgina De Jesús y Michelle Knight, gracias a la ayuda de un vecino. Esta última fue reportada como desaparecida en agosto de 2002, su familia señaló que la joven, entonces de 20 años, padecía un ligero trastorno mental, razón por la cual inicialmente se creyó que desapareció voluntariamente. Berry, fue secuestrada el 21 de abril de 2003 a la edad de 17 años a la salida de su trabajo -tras casi 10 años en cautiverio- ayer fue rescatada con una menor de seis años, que al parecer es su hija. Por su parte, Georgina De Jesús, desapareció en abril de 2004 a los 14 años mientras regresaba a su casa de la escuela. Tito de Jesús, quien tocaba en una banda con Ariel Castro, dijo en entrevista con la cadena CNN que éste lo cuestionó sobre el paradero de Georgina hace dos años, creyendo que tenía alguna relación de parentesco con la joven. Por su parte, Altagracia Tejeda, una vecina que permitió a Berry llamar a la línea de emergencia para pedir ayuda a la policía desde su casa, describió a Castro como amable y dijo que su comportamiento no era sospecho. Julio Castro, tío de los presuntos secuestradores, señaló por su parte que toda la familia está sorprendida por lo ocurrido y agregó que es motivo de vergüenza para sus sobrinos.