Una corte penal de la ciudad portuaria egipcia de Port Said sentenció a muerte a 11 personas el martes por su participación en los disturbios tras un partido de fútbol en 2012 que provocaron la muerte de más de 70 personas y heridas a varios centenares. El veredicto leído por el juez que dirigió el proceso, Mohamed el-Said, se dio al finalizar el nuevo juicio contra 73 acusados en el caso que desató mortales revueltas en 2013 en Port Said y causó que el presidente Mohamed Morsi declarara el estado de emergencia en la ciudad. También el martes el tribunal sentenció a 40 acusados a más de 15 años de prisión pero exoneró a los restantes. Los veredictos todavía pueden ser apelados. El juicio previo finalizó en marzo de 2013 cuando 21 acusados fueron sentenciados a muerte mientras otros recibieron penas de cárcel que iban de uno a 25 años en prisión. Veintiocho fueron exonerados aunque los fallos fueron apelados y se ordenó celebrar un nuevo juicio en el tribunal de casación egipcio el año pasado. Los disturbios ocurrieron al final de un partido de la liga local en Port Said en 2012 entre el club de El Cairo Al-Ahly, el más exitoso del país, y el local Al-Masry. Los enfrentamientos, los más graves en Egipto y uno de los que causaron más víctimas a nivel mundial, causaron la suspensión del torneo. Posteriormente, cuando se reanudaron los partidos éstos se jugaron en estadios vacíos. El primer encuentro de la Liga premier egipcia en el que se permitió a los aficionados volver a las tribunas ocurrió en febrero de este año pero el acontecimiento fue manchado por la muerte de 22 personas a causa de una estampida a las afueras del estadio que se originó cuando la policía utilizó gas lacrimógeno para frenar lo que consideró un intento de entrar por la fuerza al estadio propiedad de las fuerzas armadas que se encuentra en los suburbios al este de El Cairo. En el incidente de Port Said seguidores del club Al-Masry atacaron a aficionados de Al-Ahly con palos, piedras y cuchillos al finalizar el encuentro. De acuerdo con testigos y sobrevivientes muchas víctimas cayeron de las gradas cuando trataban de escapar mientras cientos trataron de huir a través de un túnel pero quedaron aplastados porque la puerta estaba cerrada y los agresores los atacaron por detrás.