El Día de Muertos, que hace apenas unos años era percibido en Nueva York como un festejo exclusivo de la comunidad mexicana, provoca paulatinamente un mayor interés de la población en general. El organismo promotor de la cultura mexicana, Mano a Mano, solía atraer solo a unos cientos de mexicanos cuando comenzó hace 14 años a montar sus ofrendas del Día de Muertos en la Gran Manzana. Este año, en cambio, casi cinco mil anglosajones, afroamericanos y latinos asistieron a admirar la ofrenda que Mano a Mano colocó en el atrio de la iglesia de San Marcos, en el barrio del East Village. El director de Mano a Mano, Juan Carlos Aguirre, explicó además que este año el organismo ofreció pláticas sobre el Día de Muertos en 60 escuelas en Nueva York, desde primarias hasta universidades, y que la demanda fue tal que debió rechazar solicitudes. “Cada año hay más demanda, y este años rechazamos a varias escuelas porque no tuvimos tiempos. Ya eran demasiadas. Hay veces que pasamos de las 10 de la mañana a las tres de la tarde en escuelas, explicando a las clases la tradición sobre el Día de Muertos”, aseguró Aguirre. El interés por el Día de Muertos se nota, asimismo, en la rápida adopción de la iconografía de esta tradición mexicana. En el festejo de Halloween de Nueva York son ahora comunes los rostros maquillados y las máscaras de calaveras y, en el caso de la mujeres, las Catrinas. Al respecto, Aguirre indicó en entrevista con Notimex que el Día de Muertos ha sido recibido de manera tan entusiasta por los neoyorquinos que ahora él teme por el futuro de esta tradición. “En Estados Unidos cambian mucho las tradiciones, y al final está muy bien, pero también hay que cuidarlas, porque muy rápido se pueden descomponer por la comercialización que existe en este país”, destacó. Este año, la ofrenda de Mano a Mano estuvo dedicada a los periodistas asesinados en México en 2015: José Moisés Sánchez Cerezo, Armando Saldaña Morales, Filadelfo Sánchez Sarmiento y Rubén Espinosa, que se suman a los más de 85 comunicadores abatidos en el país desde el año 2000. Además de la ofrenda de Mano a Mano, ocho restaurantes mexicanos de Nueva York ofrecieron menús especiales para celebrar el Día de Muertos, y algunos de ellos desplegaron ofrendas en sus instalaciones. Asimismo, el Museo del Barrio realizó la semana anterior un evento de recaudación de fondos inspirado en el Día de Muertos y la artista plástica mexicana Andrea Arroyo montó este fin de semana una ofrenda en el Jardín Botánico de Nueva York, en el marco de la exposición sobre Frida Kahlo. La adopción del Día de Muertos en Nueva York es un reflejo del entusiasmo por esta tradición en todo Estados Unidos. Este año y por primera vez en su historia, por ejemplo, la Casa Blanca dedicó un pabellón al Día de Muertos en el marco de sus celebraciones de Halloween.