Washington.- El presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, el republicano Michael McCaul, anunció hoy un “plan de emergencia” en materia de seguridad fronteriza “estilo militar”, que incluye elevar el muro con México, pagado con nuevas tarifas migratorias. El plan, develado ante la conservadora Fundación Heritage, incluirá además la exigencia de que México bloquee la entrada de inmigrantes indocumentados centroamericanos a través de su frontera sur, como parte de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “Usaremos un enfoque estilo militar para el problema, dando a las agencias el comando y control real que necesitan para manejar la situación. El Congreso debe financiera este esfuerzo de manera inmediata”, subrayó el legislador texano. La propuesta de McCaul incluye un “histórico sistema de defensa multi-capas” para evitar la entrada de traficantes de drogas y extremistas mediante más recursos humanos, barreras, cercas y muro. “Necesitamos más agentes de la Patrulla Fronteriza, nueva autoridad legal, vigilancia aérea, 100 por ciento de visibilidad porque si no podemos ver la amenaza, no podemos frenarla con una frontera inteligente, necesitamos sensores y otras tecnologías”, precisó. McCaul dijo haber hablado con el embajador de México en Estados Unidos, Carlos Sada, y señaló que México comparte el interés de una frontera segura. “Vamos a construir un muro. Punto”, subrayó. A raíz de la negativa del gobierno mexicano a pagar el muro, McCaul dijo que hay otras maneras “razonables” de financiarlo, incluidas nuevas tarifas migratorias, una casilla de cobros de seguridad y asignando a la frontera activos decomisados a traficantes de drogas. El legislador señaló que esas acciones no estarán limitadas a México sino que también incluirán a otros países que llevan responsabilidad, a cambio de lo cual Estados Unidos ofrecerá trabajar con sus gobiernos. El plan también contempla evitar la llegada de nuevos inmigrantes indocumentados, eliminar las acciones ejecutivas migratorias del presidente Barack Obama, abrogar la política de “detención y liberación” y la reforma de los estándares de asilo para que nadie tenga “pase gratis”. McCaul señaló asimismo que se removerá del país a todos los inmigrantes criminales y se forzará a sus países de origen a que los acepten. “Esta legislación será presentada el año nuevo y personalmente presionaré para que llegue al escritorio del presidente (Donald Trump) tan pronto como sea posible”, dijo. Aunque los republicanos controlan la Cámara de Representantes y el Senado, legisladores demócratas, incluido el líder de la minoría senatorial, Charles Schumer, representante por Nueva York, anunció que su bancada se opondrá al plan de construcción del muro. En su amplia exposición ante Heritage, McCaul sostuvo que Estados Unidos es un país más inseguro que hace ocho años. “Nuestros aliados no confían en nosotros (y) nuestros enemigos no nos temen”, enfatizó. “Necesitamos proyectar fuerza, para proteger nuestra patria (...); somos aún una nación en guerra”, indicó. McCaul propuso en tal sentido suspender la migración de aquellos países, incluido Siria, donde no se pueda verificar la integridad de los migrantes, crear un Plan Marshall contra los yihadistas y detener la radicalización de comunidades dentro de Estados Unidos. Para ello propuso una iniciativa de ley alterna para identificar a los extremistas que salen de prisión, como ocurre con los pedófilos, pues aseguró que muchas de las personas arrestadas tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, están empezando a salir de prisión.