Redacción / La Voz de Michoacán Ciudad de México. México pidió ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) combatir el tráfico de armas en África, Medio Oriente y Afganistán, para frenar al Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL, por sus siglas en inglés). "Para limitar la capacidad de acción de ISIL, habrá que empezar por impedir que tengan acceso a armamento, en especial a las armas pequeñas y ligeras. Esto se puede lograr reforzando el combate al tráfico ilícito de estas armas y sus desvíos, principalmente en África, Medio Oriente y Afganistán", aseguró el representante permanente de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente . Precisamente, el combate al tráfico ilegal de armas es uno de los pilares de la actual política exterior mexicana, iniciativa que, incluso, ha impulsado desde el Consejo de Seguridad. En noviembre pasado, desde la sede de la ONU en Nueva York, el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, hizo un llamado a los gobiernos del mundo y a las empresas del sector privado a implementar medidas para evitar el tráfico de armas, en virtud de la violencia que alimenta en diversas regiones y países, incluyendo México. En esa ocasión, Ebrard acusó que el tráfico ilícito y el desvío de armas pequeñas y ligeras, así como su acumulación y proliferación en distintas zonas del mundo, es una amenaza a la paz y la seguridad internacionales. A finales de enero, en un inesperado ataque milicias del Estado Islámico, estalló un camión cisterna cargado de combustible a las puertas de la cárcel de Hasaka, al noreste de Siria, donde están internados más de 3 mil 500 presos, entre ellos centenares de yihadistas y líderes de la milicia islámica. El ataque buscaba liberar a sus compañeros. Al respecto, De la Fuente consideró este miércoles que el acto "es un vivo recordatorio de la capacidad operativa de ISIL y confirma los riesgos que representa, este hecho". A nombre de México, destacó que la más reciente maniobra del grupo terrorista en Medio Oriente puso, además, en evidencia la condición de hacinamiento de aproximadamente 700 menores de edad y confirmó la urgencia de que los estados "diseñen planes eficaces de repatriación, rehabilitación y reintegración de combatientes extranjeros y de sus familias".