La escalada de los enfrentamientos y el deterioro de las condiciones de vida en Siria impulsan a miles de personas a arriesgar todo en peligrosos viajes a Europa, afirmó hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). “A medida que la crisis profundiza en su quinto año y de que no hay indicios de una solución política a la vista, la desesperación va en aumento y la esperanza es escasa”, alertó la portavoz del ACNUR, Melissa Fleming, en declaraciones a periodistas. “Dentro de Siria los últimos meses han sido brutales”, describió Fleming, tras reiterar que los combates se han intensificado en casi todas las provincias sirias. Además, aumentan los combates con cohetes y morteros de las fuerzas leales al gobierno que están más y mejor armadas, mientras que las fuerzas extremistas del autoproclamado Estado Islámico realizan violentos ataques. En un encuentro con periodistas, Fleming expuso la escalada de las explosiones de vehículos en las principales ciudades como Latakia, Alepo, Homs, Hassakeh y Qamishli, y el bombardeo pesado en Zabadani y Damasco rural. “Lo que ha llevado a miles de personas a dejar sus hogares”, señaló. En medio de la escalada de violencia, la población ha perdido sus medios de vida, así como sus hogares; el desempleo en todos los sectores se ha disparado junto a la inflación, mientras que el valor de la moneda se desploma, describió. La moneda siria ha perdido el 90 por ciento de su valor en los últimos cuatro años, apuntó la portavoz del ACNUR. “En la mayoría de las regiones de Siria, la electricidad está disponible solo de dos a cuatro horas al día en todo caso, y en muchas zonas luchan con escasez de agua”, indicó. Aunado a ello, más de la mitad de la población vive en la pobreza extrema. “Muchos refugiados han decidido dejar atrás estas condiciones de miseria y de falta de perspectiva y arriesgar la vida de sus familias en busca de una posibilidad de supervivencia en Europa", indicó Fleming. En los países vecinos, los sirios se enfrentan a crecientes desafíos para encontrar seguridad y protección ante el número abrumador de refugiados que ya se encuentran en esas naciones. “Para los 4.8 millones de refugiados que ya están en los países vecinos -la gran mayoría de los cuales viven fuera de los campamentos formales–, la esperanza también está disminuyendo a medida que se hunden en la pobreza más abyecta”, explicó. El ACNUR detalló que en Jordania la situación de más de 520 mil sirios que viven fuera de los campamentos de refugiados es cada vez más grave. Un reciente estudio mostró que el 86 por ciento de los refugiados que viven en las zonas urbanas y rurales están ahora viviendo por debajo del umbral de la pobreza, luego de haber agotado los ahorros u otros activos que una vez tuvieron. “Como resultado, más de la mitad de todas las familias de refugiados tienen altos niveles de deuda y están tomando medidas cada vez más extremas con el fin de hacer frente, como la reducción de la ingesta de alimentos o el envío de miembros de la familia -incluyendo niños - a mendigar”, detalló. En Líbano también la situación es sombría, ya que los resultados preliminares del estudio encontraron que 70 por ciento de los hogares de refugiados sirios viven muy por debajo de la línea de pobreza nacional. También en este caso, más refugiados están comprando alimentos a crédito, retiran a los niños de la escuela y recurren a la mendicidad. En toda la región, unos 700 mil niños refugiados sirios no asisten a la escuela. La mayoría de los refugiados en Jordania y Líbano carecen de los recursos financieros para contemplar el viaje costoso y peligroso para Europa, y la situación está dando lugar a una creciente sensación de desesperación y ahogo, dijo Fleming. “La gente se siente atrapada”, lamentó la portavoz del ACNUR, “han perdido toda esperanza en el futuro”.