Agencias / La Voz de MichoacánMéxicano. El papa Francisco le envió una carta al sacerdote jesuita James Martin en la que expresó su apoyo al ministerio pastoral de este religioso que trabaja en la integración del colectivo LGBTQ, que nuclea a lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros y queers. “Veo que buscás imitar el estilo de Dios”, destacó el Sumo Pontífice, y en un mensaje contundente pero sencillo le dijo: “Rezo por vos, para que sigas así”. “Quiero agradecerte tu celo pastoral y tu capacidad de estar cerca de las personas, con esa cercanía que tenía Jesús y que refleja la cercanía de Dios. Nuestro Padre del Cielo se acerca con amor a cada uno de sus hijos, a todos y a cada uno. Su corazón está abierto para todos y para cada uno”, señaló Francisco. En la misiva, también explicó que el “estilo” con el que de Dios se acerca a las personas “tiene tres rasgos: cercanía, compasión y ternura”. Y entonces, subrayó: “Pensando en tu trabajo pastoral veo que buscás continuamente imitar este estilo de Dios. Sos sacerdote para todos y todas, así como Dios es Padre de todos y todas. Rezo por vos para que sigas así, siendo cercano, compasivo y con mucha ternura”. Cabe destacar que envió la carta en apoyo al Seminario del Ministerio Católico LGBTQ, un iniciativa que se hizo bajo el nombre de “Outreach 2021″ (término que remite al acercamiento y la expansión) y que fue conducida por el sacerdote James Martin para trabajar en conjunto con la comunidad en torno a propuestas “para servir a Dios y apoyar a las personas del LGBTQ, que son amadas por Dios en su iglesia”. Hendro Munsterman, un teólogo y periodista holandés que cubre lo que sucede en el Vaticano para los Países Bajos, Francia, Alemania y el Reino Unido, conversó con LA NACION sobre esta carta, a la que consideró “un símbolo hermoso y muy poderoso”, y dijo que -para él- pretende ser “una respuesta directa” a la publicación del responsum (“respuesta” en latín): el documento que la Congregación para la Doctrina de la Fe emitió en marzo para responder a la pregunta de si “¿la Iglesia dispone del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo?”. Allí se determinó que esta institución no debe bendecir uniones de personas del mismo sexo. Sobre este punto, Munsterman explicó que, si bien al pie de ese texto aparece que fue validado por Francisco, estos documentos suelen publicarse bajo la orden del Sumo Pontífice, pero esta fue “la primera vez en la historia en que no ocurrió así y el Papa simplemente aceptó la publicación”. Entonces, este teólogo interpretó que, a modo de reacción, “con la carta, el Papá dice que tenemos que ser cercanos al LGBTQ porque son Iglesia”. “Lo interesante es que no es muy concreto; no dice nada sobre cómo tratar a las personas homosexuales o del LGBTQ en el ministerio, pero dice ‘continúen, continúen, continúen’”, resaltó Munsterman. En este sentido, lo que destacó es que, mientras que la carta “da mucha libertad” de acción, con ella, Francisco “no puede ser acusado de hereje por los católicos conservadores de derecha”, porque no da directivas ni órdenes sobre qué se debe hacer. Reacciones del colectivo LGBTQ en la Iglesia El Centurión es un una iniciativa de un grupo de jóvenes pertenecientes al colectivo LGBTQ que querían poder vincularse entre ellos poniendo eco en el valor de la persona y construyendo un “puente entre las comunidad LGBTQ y la Iglesia Católica”. “Queremos acompañar a quien esté descubriéndose en su sexualidad. Lo hacemos porque sabemos que esto a veces puede ser un desafío. Buscamos ofrecer un espacio de reflexión, animando a todos y especialmente a quienes sientan tensión entre su sexualidad y religión”, se lee en su sitio web. Esteban Mentruyt, su fundador, conversó con LA NACION sobre el mensaje del Papa, y celebró: “Es una profunda alegría, de esas que emocionan. James Martin es un gran amigo de la comunidad LGBTQ y tienen una asombrosa vocación pastoral. Creo que, a través de la carta, Francisco quiere tener un gesto de ternura para con nosotros y, en relación al responsum, quiere decirnos: ‘Es la Iglesia que tenemos, con sus luces y sombras, y hay que quererla igual”. Según reflexionó, “es un llamado a entender que la Iglesia no se salva de las contradicciones en las que caemos absolutamente todos, pero que vale la pena caminar con ella”. Entre las contradicciones que este joven advirtió está el hecho de, por un lado, “quiere hacer el bien, caminar para adelante e incluir”, y por el otro, “pone palos en la rueda o da respuestas frías”. “La Iglesia es santa y pecadora, y si queremos dialogar con ella tenemos que entender esto”, sintetizó entonces. En tanto, Ezequiel Aldorino, también de Centurión, enfatizó en el gesto de que sea una carta manuscrita y la humanidad que le da ese aspecto: “Considero muy significativo que ese mensaje haya salido de sus propias manos porque eso refleja calidez y cercanía, a diferencia del responsum, escrito a computadora, limpio de toda humanidad, vacío y frío”. La antesala de este mensaje de apertura al LGBTQ Además, el 23 de marzo, una semana después del responsum, Francisco envió una carta al padre Michael Brehl, Superior General de la Congregación del Santísimo Redentor y moderador general de la Academia Alfonsiana, en la que dijo: “El anuncio del Evangelio en una sociedad que cambia rápidamente requiere la valentía de escuchar la realidad, de ‘educar las conciencias para que piensen de manera diferente, en discontinuidad con el pasado’”. En este documento, se apoyó en la figura de San Alfonso María De Ligorio, un doctor de la Iglesia que estuvo formado en una mentalidad moral rigorista, pero se convirtió a través de la escucha de la realidad. De esto modo, el Papa sostuvo que “la teología moral no puede reflexionar sólo sobre la formulación de principios y normas, sino que necesita hacerse cargo propositivamente de la realidad que supera cualquier idea”. Y agregó: “Es necesario que el conocimiento se haga práctico a través de la escucha y la acogida de los últimos, los frágiles y los que la sociedad considera como un descarte”. “La verdadera fraternidad ‘sabe mirar la grandeza sagrada del prójimo, que sabe descubrir a Dios en cada ser humano, que sabe tolerar las molestias de la convivencia aferrándose al amor de Dios, que sabe abrir el corazón al amor divino para buscar la felicidad de los demás como la busca su Padre bueno’”, destacó entonces. El contexto en el que se emitió la carta Si bien Francisco envió este cálido mensaje el lunes 21, trascendió este domingo: unas pocas horas antes del Día Internacional del Orgullo LGBT, que se celebra todos los 28 de junio en alusión a la noche de 1969 en la que en el bar Stonewall Inn, de Nueva York, un grupo de personas trans, gays y lesbianas se rebelaron ante una redada policial como una manera de resistir a los ataques que sufrían noche tras noche.