Orlando. Un empleado descontento disparó el lunes en una fábrica de toldos en Florida, matando a cinco trabajadores antes de suicidarse, informaron las autoridades. El agresor llevaba también un cuchillo pero no apuñaló a nadie, dijo en conferencia de prensa el jefe policial del condado de Orange, Jerry Demings. Añadió que el atacante, que fue despedido en abril y antes había sido acusado de agredir a un colega, no parecía tener vínculo alguno con el terrorismo. “Fue un incidente de violencia laboral”, dijo el jefe policía. El atacante, de 45 años y cuyo nombre no se reveló, no fue procesado penalmente cuando se le acusó de agredir a un colega en junio del 2014, dijo Demings. La parte acusadora en ese incidente no está entre las víctimas el lunes, agregó el jefe policial. Añadió que el sujeto tenía un prontuario criminal menor: posesión de marihuana y manejar en estado de ebriedad. Shelley Adams dijo que su hermana, Sheila McIntyre, le llamó desde el baño de una de las compañías de la zona, llorando. "Mataron a mi jefe, mataron a mi jefe", decía McIntyre, según relató su hermana. La policía acudió a eso de las 8 de la mañana atendiendo la llamada de una mujer que huía de la fábrica Fiamma Inc., y que dijo que el atacante le había ordenado salir. Usó el teléfono de un negocio de baldosas cercano para llamar a la policía, dijo Yamaris Gómez, propietaria del negocio de baldosas. "Lo único que dijo la mujer es que ese hombre le había apuntado con la pistola y le había ordenado salirse de allí”, dijo Gómez. El jefe policial dijo que los policías fueron despachados en 45 segundos y llegaron al lugar en dos minutos. El FBI también acudió al lugar, dijo Ron Hopper, jefe de la oficina local de esa agencia. El agente Danny Banks dijo que si bien cinco personas fallecieron, "otras siete fueron salvadas gracias a la acción rápida de los oficiales que llegaron al lugar hoy”. Banks dijo que no se sabe de ninguna amenaza específica que el agresor haya hecho a sus colegas de trabajo, y destacó que por eso es importante que la ciudadanía alerte a las autoridades cuando presencie una conducta sospechosa. "Si alguien ve algo que parece anormal, tienen que reportarlo”, declaró la alcaldesa de Orlando, Teresa Jacobs. Las autoridades acordonaron la zona y pidieron a los conductores "manejar con extrema cautela”. El gobernador Rick Scott dijo que las fuerzas de seguridad le estaban manteniendo al tanto de la situación, y que él y su esposa Ann, "rezamos por las familias que perdieron a seres queridos hoy”. "Ruego a todos los floridanos que recen por las familias impactadas por este insensato acto de violencia”, añadió.