Notimex/La Voz de Michoacán EUA. Devin Patrick Kelley, el hombre de 26 años de edad que el domingo mató a 26 personas en una iglesia bautista de la comunidad estadunidense de Sutherland Springs, tuvo entre sus víctimas a Lula White, la abuela de su esposa, informó la cadena de televisión CNN. Kelley habría tenido problemas domésticos con su suegra, hija de White, y según las autoridades le había enviado un mensaje de texto el domingo por la mañana, momentos antes de cometer la mayor masacre en la historia de Texas. Sabemos que expresó enojo hacia su suegra, que asiste a esta iglesia", dijo Freeman Martin, del Departamento de Seguridad Pública de Texas, quien agregó que Kelley tenía un historial de envíos de mensajes amenazantes. Kelley era un exmilitar que prestó servicio en la Base Hollman de la Fuerza Aérea en Nuevo México, pero fue juzgado por una corte castrense en 2012 por cargos de agredir a su esposa e hijo, y tras cumplir 12 meses de reclusión fue degradado y dado de baja por "mala conducta" en 2014. Las autoridades no precisaron si la disputa con su suegra estaba relacionada a esa situación, y al momento de la masacre la mujer no estaba en la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs, al sureste de San Antonio, según informaron fuentes familiares a CNN. Lula White era abuela de la esposa de Kelley y solía ser voluntaria en la iglesia, según su perfil de Facebook y algunos amigos que pidieron no ser identificados, ya que la familia decidió no hablar a los medios sobre la muerte de la mujer. Las autoridades indicaron que prácticamente nadie resultó ileso al interior de la iglesia. "Creo que casi todos sufrieron algún tipo de lesión", dijo el sheriff del condado de Wilson, Joe Tackitt, a los periodistas este lunes. Además de las 26 víctimas fatales, entre ellas un bebé de 18 meses de edad, otras 20 personas resultaron lesionadas, 10 de las cuales permanecen hospitalizadas en estado crítico. Luego del ataque, Kelley salió de la iglesia y fue herido a balazos por un residente de Sutherland Springs, cuando huía del lugar a bordo de una camioneta deportiva marca Ford. El residente, quien solicitó a las autoridades permanecer anónimo, pidió la ayuda de un automovilista que pasaba por el lugar y ambos salieron en persecución del sospechoso. Las autoridades informaron que mientras huía, Kelley se comunico por teléfono con su padre, a quien le contó lo sucedido y le dijo que "no creía que pudiera librarla”, por lo cual se suicidó, sin que se haya precisado si antes o después de que su automóvil saliera de la carretera y se estrellara. Las autoridades dijeron que los nombres de todas las víctimas se darán a conocer una vez que se termine de notificar a sus familiares.