Agencias / La Voz de Michoacán. La decisión del presidente Barack Obama de buscar autorización del Congreso de Estados Unidos para una acción militar en Siria es apropiada, sin embargo no está exenta de riesgos, informó hoy The Washington Post. En su principal editorial, el rotativo capitalino señaló que ahora corresponde al legislativo dar a Obama un "fuerte apoyo bipartidista" que refleje el papel de liderazgo de Estados Unidos en el mundo. "Si no hay una respuesta, el régimen de Bashar al-Assad las usará de nuevo (las armas químicas), en una escala aún mayor, y otros dictadores de futuros conflictos calcularán que ellos también pueden usar estas armas repulsivas sin costo alguno", argumentó. Obama pidió la víspera al Congreso celebrar un debate y voto de un proyecto de resolución que autorice el uso limitado de la fuerza en Siria, en represalia por el asesinato de mil 429 personas, incluidos más de 400 niños, en el ataque químico del pasado 21 de agosto. Fuentes oficiales dijeron a medios estadunidenses que la decisión de solicitar la participación del Congreso fue tomada por Obama el viernes por la noche, en medio de una creciente presión de legisladores de ambos partidos. The Washington Post señaló que el riesgo es que el voto de la resolución se transforme en un debate político sobre la estrategia de Obama para Siria o en la inexistencia de una política específica. El Senado tiene previsto iniciar audiencias públicas del tema el martes 3 de septiembre, mientras que la Cámara de Representantes pondrá el proyecto de resolución a debate en la semana del 9 de septiembre. Aunque Obama recibió apoyo de legisladores republicanos y demócratas por su decisión de acudir al Congreso, algunos senadores cuestionaron el carácter limitado de una acción militar que no incluya una intervención militar directa de Estados Unidos. Otros legisladores consideraron necesario que el Congreso adelante el inicio del periodo ordinario de sesiones, dada la urgencia de la situación en Siria. Durante el apoyo militar de Estados Unidos a la campaña aérea contra Libia en 2011, Obama no solicitó autorización formal del Congreso, bajo el argumento de que no se trataba de una guerra. Sin embargo, un número creciente de legisladores sostuvo que cualquier tipo de acción militar de Estados Unidos debe contar con la autorización expresa del Congreso, bajo los términos de la ley de poderes de guerra de 1973.