Notimex / La Voz de Michoacán Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó hoy la expulsión de 60 funcionarios y el cierre del consulado ruso en Seattle, en respuesta por el ataque con arma química en Reino Unido contra el exespía ruso Serguei Skripal a principios de este mes. La sorpresiva orden, que de acuerdo con funcionarios de la Casa Blanca fue tomada en consultas cercanas con sus aliados europeos, podría ser la primera en esa dirección debido al elevado número de funcionarios rusos de inteligencia adscritos a la embajada y consulados. Los rusos tendrá ahora una capacidad reducida con respecto al espionaje de nuestros ciudadanos. Estamos preparados para tomar pasos adicionales si es necesario”, dijo a periodistas un funcionario de la administración Trump que habló bajo condición de anonimato. La Casa Blanca caracterizó como “inaceptable” el alto número de funcionarios de inteligencia rusa que están adscritos tanto a la embajada, como a los consulados. La fuente que solicitó el anonimato explicó que todos los rusos expulsados son funcionarios de inteligencia y no diplomáticos, a quienes se ha dado un plazo de siete días para que abandonen Estados Unidos, junto con sus familias. La mayoría de los expulsados, 48, están asignados a la embajada de Rusia en Washington y 12 más pertenecen al personal de la misión permanente ante Naciones Unidas, en Nueva York. La vocera presidencial, Sarah Sanders, dijo que el cierre del consulado en Seattle, estado de Washington, se debió a su proximidad con una base de submarinos, así como a los cuarteles generales de la fábrica de aviones Boeing. Estados Unidos tomó esta acción en conjunto con nuestros aliados de la OTAN y socios alrededor del mundo en respuesta al uso por parte de Rusia de un arma química en suelo de Reino Unido, la última de sus actividades desestabilizadoras alrededor del mundo”, subrayó la vocera en un comunicado. El ataque del pasado 4 de marzo contra Serguei Skripal y su hija Yulia en la comunidad de Salisbury, en el sur de Inglaterra, provocó una grave crisis que llevó ya a la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, a ordenar la expulsión de 23 diplomáticos rusos en días pasados. La semana pasada Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania pidieron al gobierno ruso una explicación del ataque, que calificaron como un asalto a la soberanía británica debido a que Skrypal y su hija -que permanecen hospitalizados en condición grave- son ahora ciudadanos ingleses. Sanders dijo que con estos pasos, “Estados Unidos y nuestros aliados y socios han dejado claro a Rusia que sus acciones tienen consecuencias. Estados Unidos se mantiene listo para cooperar en la construcción de una mejor relación con Rusia, pero esto sólo puede pasar con un cambio en la conducta del gobierno ruso”, precisó.