AP/ La Voz de Michoacán Washington. El gobierno estadounidense anunció que se dispone a imponer restricciones de visa a países que se niegan a recibir ciudadanos suyos que han sido deportados por Estados Unidos. Tal es el caso de cuatro países de de Asia y África, se informó el jueves. Las restricciones abarcarán a Camboya, Eritrea, Guinea y Sierra Leona y buscan persuadirles a que acepten a sus ciudadanos. Bajo ley federal, el secretario de Estado Rex Tillerson tiene la potestad de negar las visas a los ciudadanos de esos países. Lo más probable, dijeron las fuentes, no es que Tillerson le niegue las visas a todos los ciudadanos de esos países sino a jerarcas del gobierno y sus familiares, como ha sido la práctica anterior. Las fuentes, que pidieron permanecer en el anonimato, desconocen cuándo se concretará la medida. El Departamento de Seguridad Nacional dijo el miércoles que le recomendó al Departamento de Estado tomar la medida contras esas cuatro naciones, de una docena susceptibles a recibir la sanción. No nombró a los demás países. Al pedírsele comentario, el Departamento de Estado confirmó que recibió el aviso del Departamento de Seguridad Interior, pero se negó a identificar a las naciones afectadas afirmando sólo que las naciones "se han negado a aceptar o han demorado de manera injustificada el regreso de sus ciudadanos”. Dijo que publicará los detalles de la medidas cuando se les informe primero a los gobiernos afectados. Nuestro objetivo es lograr que los países acepten el regreso de sus ciudadanos”, dijo el portavoz del Departamento de Seguridad Interior, Dave Lapan. El Departamento de Estado usualmente es renuente a imponer ese tipo de sanciones porque los países afectados suelen responder con restricciones similares contra ciudadanos estadounidenses. La medida se ha impuesto antes en sólo dos ocasiones: contra Guyana y Gambia. Actualmente el Departamento de Seguridad Interior señala a China, Cuba, Vietnam, Laos, Irán, Guinea, Camboya, Eritrea, Myanmar, Marruecos, Hong Kong y Sudán del Sur como renuentes a aceptar a sus ciudadanos deportados.