Redacción / La Voz de Michoacán Estados Unidos. En total soledad, en una celda distante y oscura de la cárcel de máxima seguridad Supermax, en Florence, Colorado, Joaquín “El Chapo” Guzmán pasa los días en espera de una nueva oportunidad para demostrar que no tuvo un juicio justo. Esta vez, esa nueva “oportunidad” se llama Salvador Cienfuegos Zepeda, el exsecretario de la Defensa Nacional que, luego de ser detenido en Los Ángeles, fue liberado y enviado a México después de que la Corte desestimó los cargos en su contra por su presunta relación con grupos del narcotráfico. La repentina liberación del exjefe del Ejército Mexicano en la administración del priista Enrique Peña Nieto (2012-2018), y quien había estado detenido en Estados Unidos desde mediados de octubre, habría sido el motivo principal para que la defensa del capo sinaloense pretendiera solicitar nuevamente el regreso de su cliente a territorio mexicano. “Nosotros le vamos a mandar una carta (al presidente Donald Trump) la semana que entra, a fin de que recapacite y regrese al Chapo Guzmán, en virtud de que lo tiene detenido ilegalmente, y esperamos que arrepienta como en el caso de Cienfuegos, el general, y que lo regrese. De lo contrario, nosotros, el 21 de enero, estaremos demandando al presidente Trump por daños y prejuicios”, especificó José Luis González Meza, abogado del Chapo a Milenio. Un día después de la detención de Cienfuegos Zepeda en Los Ángeles, Estados Unidos, el pasado 15 de octubre, el gobierno mexicano mostró su descontento por las acciones de la justicia estadounidense, ya que, sin notificarle, tenía una investigación en contra del general desde 2019. Entonces, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador anunció una investigación judicial en México por vía de la Fiscalía General de la República. Algo que no ha sucedido (todavía) en relación con el caso del exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna (2006-2012), cuyas acusaciones avanzan únicamente en los tribunales de Nueva York. El canciller Marcelo Ebrard señaló que los actos delictivos que se le imputan a Cienfuegos se cometieron en México. “¿Por qué tienen que ser juzgados en el extranjero?”, cuestionó. Esta situación, sostuvo, es diferente a la de García Luna —también acusado de narcotráfico —y a la de una larga lista de criminales extraditados a Estados Unidos, como Guzmán Loera, pues sus delitos también perjudicaron a la Unión Americana. El pasado miércoles, el general Salvador Cienfuegos aterrizó en México después de que Estados Unidos retirara cargos en su contra por narcotráfico y lavado de dinero. La oficina de la Fiscalía en el distrito este de Nueva York lo acusó de conspirar para traficar heroína, cocaína, marihuana y metanfetamina. El Departamento de Justicia de Estados Unidos había dicho en un escrito al juez que Cienfuegos no podía quedar en libertad condicional por el altísimo riesgo de fuga que representa, pero finalmente ha sido liberado y enviado a México por esas autoridades. El “Chapo”, a la espera de un nuevo juicio El pasado 4 de septiembre, la defensa del Chapo presentó una moción de 245 páginas ante el Segundo Circuito del Tribunal de Apelaciones para que el veredicto del juez Brian Cogan fuera anulado y tuviera un nuevo juicio. William Purpura, uno de los abogados de Guzmán Loera, dijo que la simple petición era viable, luego de probarse que entre cuatro y cinco miembros del jurado leían en internet noticias sobre el Chapo, incluyendo testimonios de criminales diciendo que el acusado traía adolescentes de Colombia para abusar de ellas, o bien qué había matado a un sinnúmero de personas. “Cuando tienes un jurado que hace eso, influye para que los miembros del jurado sean sumamente prejuiciosos, pues es información sin corroborar e inadmisible, y sólo por eso el juicio debe repetirse”, dijo Purpura, en entrevista con el semanario Ríodoce.