Elon Musk, ¿la mano que mece la cuna en las decisiones de Trump?

Musk ejerce un peso desproporcionado en las decisiones del nuevo presidente, con quien ha estado en encuentros con jefes de Estado y en la mesa de las nominaciones al gabinete

Agencias / La Voz de Michoacán

Estados Unidos. Elon Musk jugará un papel visible en el segundo mandato de Donald Trump como zar del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge) junto a Vivek Ramaswamy, pero su influencia real puede tener alcances inéditos, con el potencial de detonar conflictos entre sus intereses corporativos en el mundo, incluido en México y China, y las políticas nacionales de Estado Unidos.

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Musk, quien ha sido una presencia continua en Mar-a-Lago alrededor del primer círculo de asesores de Trump, ejerce un peso desproporcionado en las decisiones del nuevo presidente, con quien ha estado a su lado en encuentros con los líderes de Ucrania, Francia e Italia, en la mesa de las nominaciones al gabinete y más recientemente en una trifulca con el sector MAGA de los republicanos por el futuro de las visas de alta tecnología H1B.

Tesla y México

Sus compañías tienen operaciones globales sustanciales en China, donde produce la mitad de sus vehículos Tesla, por lo que expertos creen que equilibrar estos intereses con los objetivos de política nacionalista de Trump puede crear conflictos, especialmente en áreas sensibles como el comercio, la transferencia de tecnología y la seguridad estadunidense.

México ha surgido como un destino clave para algunos de sus proyectos y estrategias empresariales. Uno de los intereses más destacados de Musk al sur de la frontera estadunidense es el establecimiento de una gigafábrica de Tesla en Nuevo León, un proyecto que representa una inversión millonaria y la creación de miles de empleos directos e indirectos.

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La gigafábrica no solo se centraría en la producción de vehículos eléctricos sino también en la fabricación de componentes esenciales como baterías de litio.

Pero el proyecto no ha tenido tracción reciente y el nuevo gobierno federal mexicano ha enviado señales de que desea reunirse con Musk para conocer sus intenciones, pero no está claro si las acciones del hombre más rico del planeta están siendo afectadas por la amenaza de Trump de imponer aranceles de al menos 25 por ciento a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos.

A días de la toma de posesión Musk y Trump se vieron envueltos en una rebatinga con el ala MAGA de los republicanos. A diferencia del sector más conservador del partido, tanto el CEO de SpaceX como Ramaswamy apoyan el programa de visas H1B para trabajadores altamente calificados en el sector tecnológico.

Aunque Trump ha prometido acciones de línea dura en materia migratoria, en este caso se colocó en la esquina de Musk y apoyó las visas de alta tecnología, lo cual fue visto como una primera victoria política para el dueño de X, cuyas empresas dependen de la capacidad de importar talento extranjero. Pero organizaciones no gubernamentales creen que la influencia de Musk puede devenir en conflictos de interés, toda vez que tendrá a su cargo revisar la eficiencia de algunas de las agencias del gobierno federal que están a cargo de vigilar y regular las empresas del sector manufacturero y tecnológico.

“Tanto Elon Musk como Vivek Ramaswamy tienen intereses financieros que se verán directamente afectados por las políticas presupuestarias federales, lo que plantea importantes problemas de conflicto de intereses”, dijo Lisa Gilbert, copresidenta del grupo de defensa de los consumidores Public Citizen.

Con investigaciones federales pendientes sobre sus empresas — Tesla, X y Space X— organizaciones como Public Citizen temen que el empresario espere un trato preferencial por parte del gobierno federal, tomando en cuenta que inyectó 250 millones de dólares de su fortuna personal para apoyar la reelección de Trump.

Musk no será presidente

Ante las críticas, Trump se vio forzado a salir paso de los comentarios de que Musk puede erigirse como el poder tras el trono en su segundo mandato o sucederlo. “No, él no va a ser presidente, eso te lo puedo asegurar”, dijo en Phoenix, Arizona. “Y yo estoy a salvo. ¿Sabes por qué no puede serlo? No nació en este país”. El multimillonario es originario de Sudáfrica y de madre canadiense.

El equipo de transición señala por su parte que “Elon Musk y el presidente Trump son grandes amigos y líderes brillantes que trabajan juntos”. “Elon Musk es un líder empresarial único en su tipo y nuestra burocracia federal sin duda se beneficiará de sus ideas y eficiencia. El equipo de transición se asegurará de que el Departamento de Eficiencia Gubernamental y quienes participan en él cumplan con todas las pautas legales relacionadas con los conflictos de intereses”, indicó.

Pero la realidad es que Musk tiene más de 15 mil millones de dólares en contratos federales y algunas agencias federales como el Departamento de Defensa dependen de los servicios que ofrecen sus empresas, incluidos los cohetes de Space X y la conectividad de internet a través de su empresa Starlink.

The New York Times reportó en diciembre que Musk y su empresa de cohetes, SpaceX, han incumplido repetidamente los protocolos de informes federales destinados a proteger los secretos de estado, incluso al no proporcionar algunos detalles de sus reuniones con líderes extranjeros, según personas con conocimiento de la empresa y documentos internos.