Redacción / La Voz de Michoacán Estados Unidos. En los últimos meses, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) de Estados Unidos deportó a recién nacidos en el país junto con sus madres, quienes eran migrantes que acababan de cruzar la frontera, de acuerdo con el medio The Intercept. En marzo de 2020, el vicepresidente, Mike Pence, ordenó a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) usar sus facultades de emergencia para sellar las fronteras de Estados Unidos, a pesar de las reticencias mostradas por la principal agencia sanitaria del país. Con el pretexto de la pandemia del coronavirus, el gobierno Trump endureció todavía más su política migratoria al expulsar del país a la mayoría de migrantes que llegaban a Estados Unidos en busca de asilo o que eran detenidos entrando de forma ilegal, entre ellos menores de edad que no iban acompañados de un padre o tutor legal. Sin embargo, en noviembre, un juez ordenó al gobierno que dejara de expulsar a niños migrantes no acompañados sin permitirles hacer peticiones de refugio o asilo. Pero esta decisión no sólo afectaba a los adultos, como los entrevistados por The Intercept, tres madres solicitantes de asilo que cruzaron la frontera mientras estaban embarazadas y que dieron a luz en hospitales de Estados Unidos, por lo que sus hijos son legalmente ciudadanos estadounidenses, aunque esto no evitó que fueran expulsados del país poco después de nacer y sin recibir su documentación de ciudadanía. Juana, una migrante hondureña, dijo a The Intercept que al sentir dolores de parto cruzó la frontera en busca de ayuda y fue trasladada a un hospital estadounidense, donde nació su hijo, pero que al ser dada de alta la enviaron de vuelta a México. Nicole Ramos, de la organización Al Otro Lado, dedicada a investigar las deportaciones, dijo que la a ley no permite la expulsión rápida de ciudadanos estadounidenses", y aseguró que tiene conocimiento de ocho mujeres en esta situación. Durante el evento público en el que se anunció el cierre fronterizo por la COVID-19 en marzo pasado, el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, aseguró que los CDC habían determinado que el coronavirus presentaba un "serio peligro" para los migrantes, agentes y oficiales y el pueblo estadunidense. Sin embargo, una investigación de The Wall Street Journal halló que de acuerdo con una revisión de los documentos internos del gobierno, y entrevistas con personas involucradas en el proceso, dicha medida "fue impulsada por funcionarios de migración en la administración a pesar de las objeciones de altos funcionarios de los CDC". Actualmente, Al Otro Lado trabaja para que los niños reciban al menos sus pasaportes estadunidenses y certificados de nacimiento y en una denuncia que confían desencadene una investigación oficial para evitar que vuelva a ocurrir la expulsión expedita de ciudadanos.