El magnate Donald Trump fue excluido hoy como orador ante un foro conservador regional, debido a sus recientes comentarios acerca de la presentadora de televisión Megyn Kely, quien causó su malestar en el debate republicano del jueves. En lugar de Trump, el grupo Red State invitó a la presentadora de la cadena Fox Megyn Kelly, a quien el magnate de bienes raíces volvió a criticar la víspera, siendo esta la primera vez que sus palabras tienen un costo político. “Aunque hemos tratado de darle enorme latitud, sus comentarios sobre Megyn Kelly fueron muy lejos”, dijo en una declaración escrita Erick Erickson, líder de la agrupación, la cual lleva a cabo este sábado una conferencia en Atlanta, Georgia. La oficina de campaña de Trump reviró con una declaración en la que acusó a Erickson de ser un “líder patético”, además de caracterizar la reacción cómo “otro ejemplo de debilidad por ser políticamente correcto”. Hasta antes de que esta nueva controversia, Trump estaba programado como uno de los oradores principales esta noche, al lado de otros aspirantes republicanos invitados. Su expulsión del evento fue consecuencia de los más recientes comentarios hechos a la cadena de noticias CNN, describiendo el comportamiento de Kelly, quien durante el debate lo cuestionó sobre sus comentarios denigrantes y ofensivos sobre las mujeres en el pasado. Molesto, Trump respondió entonces a Kelly que sentía sí sus comentarios no fueron de su agrado, y que la iba a tratar bien a pesar que ella no lo había sido con él, llevando después su enojo a las redes sociales. “Se podía ver que había sangre saliendo de sus ojos, sangre saliendo de ella de donde fuera”, dijo Trump el viernes a CNN sobre la presentadora de la cadena Fox, que tuvo a su cargo la organización de ese primer debate. Aunque los comentarios de Trump sobre los inmigrantes mexicanos le costaron la perdida de negocios, las criticas contra Kelly tuvieron por primera vez consecuencias políticas más allá del repudio expresado por otros aspirantes republicanos.