EFE / La Voz de Michoacán El Tribunal Supremo de Francia autorizó este miércoles la extradición a Arusha (Tanzania) de Félicien Kabuga, acusado de ser el cerebro financiero del genocidio ruandés de 1994, para que sea juzgado por la Justicia internacional. La máxima instancia del orden judicial francés respaldó con su dictamen la decisión del pasado 3 de junio del Tribunal de Apelación de París. Según su conclusión, no hay ningún obstáculo jurídico ni médico para ejecutar el mandato de arresto que contemplaba su transferencia al centro de detención de la ONU en Arusha, donde tiene su sede el Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MTPI). La Corte de Apelación rechazó en la anterior audiencia la Cuestión Prioritaria de Constitucionalidad en la que la defensa alegaba que la ley francesa de entrega de personas reclamadas por el MTPI vulnera la Carta Magna gala, y el Supremo se posicionó hoy en esa misma línea. Kabuga, que dice tener 87 años, aunque para la Justicia francesa figura que tiene 85, fue detenido el pasado 16 de mayo en la ciudad de Asnières sur Seine, a las afueras de París, donde vivía en la clandestinidad con una identidad falsa. El Tribunal Penal Internacional (TPI) para Ruanda, creado por el Consejo de Seguridad de la ONU, lo acusó en 1997 de siete cargos de genocidio, complicidad de genocidio o incitación directa y pública de genocidio e intento de genocidio. Todos los crímenes se habrían cometido entre el 6 de abril y el 17 de julio de 1994. Los jueces se negaron en junio a decretar su liberación, solicitada por sus abogados, a la vista del tiempo que había logrado burlar a la justicia internacional, ya que desde abril de 2013 era objeto de una orden de arresto del MTPI, la institución sucesora del TPI. El mantenimiento de su detención también fue justificado por las perturbaciones al orden público que podría generar la liberación de alguien inculpado por su implicación directa en un genocidio en el que murieron unas 800.000 personas, la gran mayoría de etnia tutsi. El acta de acusación establece que Kabuga creó y financió las milicias hutu Interahamwe, responsables de numerosas masacres en esa matanza. El ahora octogenario presidió el comité provisional del Fondo de Defensa Nacional, que proporcionó armas a ese grupo paramilitar, y la Radio Télévision Libre des Mille Collines, que se utilizó para diseminar un discurso de odio contra los tutsis. Sus abogados ya habían anunciado en junio que iban a recurrir el veredicto del Tribunal de Apelación, y tras el dictamen definitivo del Supremo se abre ahora el plazo de un mes para la extradición del supuesto financiero del genocidio.