Al menos dos mil niños se han quedado huérfanos por la epidemia del virus del Ébola en Liberia, hasta ahora el país más afectado por la enfermedad en Africa Occidental, alertó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). El brote letal de ébola tiene un "efecto devastador" en los niños, dijo la directora de comunicación de crisis de Unicef en Liberia, Sarah Crowe, a periodistas en Ginebra en conferencia vía telefónica desde Monrovia. "Es realmente desgarrador ver el efecto que tiene (la epidemia del ébola) sobre los niños y sus familias", dijo Crowe. Los niños han tenido que presenciar escenas estremecedoras en las que "sus familiares y parientes son llevados por gente en trajes de astronauta (...) y el efecto es profundamente preocupante", lamentó. Además de haber perdido a sus padres, estos niños son "estigmatizados” y obligados a vagar por las calles, ya que nadie quiere hacerse cargo de ellos por haber tenido contacto con personas que han sido contagiados por el ébola, deploró. Crowe señaló que la tendencia de mortandad de niños por ébola en Liberia es de 20 por ciento y un 70 por ciento de las muertes por ébola en ese país corresponde a mujeres. Sólo en Liberia el virus del Ébola ha causado mil 224 muertes y se han registrado dos mil 46 contagiados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero las cifras reales pueden ser mucho mayores, advirtió el organismo. En total, en los países afectados en Africa occidental en especial en Guinea, Sierra Leona y Liberia, se han registrado al menos dos mil 400 muertes y cuatro mil 784 casos de ébola, indicó la OMS. Crowe subrayó que en Liberia solo existen "tres centros de atención del ébola” en donde, según el gobierno, cuentan con 314 camas ocupadas, pero se necesitan al menos 760 camas para dar atención al creciente número de pacientes. En rueda de prensa en Ginebra, la directora general de la OMS, Margaret Chan, reiteró por su parte su profunda preocupación porque en Liberia "no existen camas disponibles” de hospital, lo que multiplica el riesgo de la dispersión del virus del Ébola para el cual no existe vacuna ni medicamento. A ello se suma que en este país africano 153 trabajadores de la salud se han infectado y 79 han muerto, por lo que urge personal médico para ayudar a combatir el brote. Unicef ha repartido cerca de 248 toneladas métricas de equipos de protección personal, artículos de higiene y cloro necesario para el lavado de manos rutinario, afirmó Crowe, pero consideró que los esfuerzos internacionales estaban muy por debajo de lo que se necesita. "No tenemos suficientes socios (...) muchos liberianos dicen que se sienten abandonados", lamentó Crowe. Además, los sobrevivientes de ébola se han convertido en blanco del mercado negro, ya que algunos laboratorios han hecho ensayos con su suero sanguíneo y al parecer ha resultado efectivo para curar algunos casos. Incluso, algunos de los sobrevivientes venden su sangre al mejor postor, denunció. "El ébola está causando una psicosis paralizante (...) es surrealista", agregó la funcionaria de Unicef, tras enfatizar que “a donde quiera que vayas hay una sensación de que este virus está tomando el control”.