El inesperado anuncio bilateral hecho hoy por los gobiernos de Estados Unidos y Cuba sobre la reanudación de sus relaciones diplomáticas luego de más de 50 años de desencuentros, puso punto final al último bastión de la "guerra fría" en América. En un inesperado aviso dado a conocer desde sus respectivas capitales (La Habana y Washington), Cuba y Estados Unidos dieron este miércoles el primer paso para destrabar sus estancadas relaciones, el cual pasará por la apertura de embajadas y el desmontaje del embargo económico estadunidense. La jornada histórica comenzó con el anuncio de un intercambio de prisioneros acusados de espionaje: tres cubanos por parte de Estados Unidos, y dos más -un estadunidense y una cubana- que fueron liberador por el gobierno de Cuba. Tras ese primer hecho, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, informó el establecimiento de conversaciones con Cuba para reanudar relaciones diplomáticas. El Papa Francisco y el gobierno de Canadá fueron piezas centrales para lograr tal cometido. De su lado, el presidente de Cuba, Raúl Castro, anunció que La Habana y Washington acordaron restablecer relaciones diplomáticas y reveló que un día antes conversó por teléfono con su colega Obama. De acuerdo con ambos gobiernos, el Papa Francisco jugó un papel clave en las negociaciones para el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, entre otras cosas escribiendo personalmente cartas a los presidentes de ambos países. Según admitió la Secretaría de Estado de la Santa Sede en un comunicado, el Vaticano acogió en octubre pasado a delegaciones de las dos partes y ofreció sus “buenos oficios” para destrabar situaciones delicadas que dieron como resultado el acuerdo histórico anunciado este día. “El santo padre se complace vivamente por la histórica decisión de los gobiernos de Estados Unidos y Cuba de establecer relaciones diplomáticas, con el fin de superar, por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia reciente”, apuntó. Reveló también que “en el curso de los últimos meses”, el Papa Francisco le escribió a los mandatarios cubano Raúl Castro y estadunidense Barack Obama, invitándoles a resolver “cuestiones humanitarias de común interés”. Además dio a conocer que delegaciones de ambos países fueron recibidas en El Vaticano en octubre pasado y con este gesto “quiso ofrecer sus buenos oficios para favorecer un diálogo constructivo sobre temas delicados, del que han surgido soluciones satisfactorias para ambas partes”. “Quiero agradecer y reconocer la intervención del Vaticano y muy especialmente de Francisco en el mejoramiento de las relaciones entre ambos países”, dijo Raúl Castro en un mensaje en cadena nacional. Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se encontraban interrumpidas desde 1961, cuando se rompieron los contactos en medio de la “guerra fría” y un acercamiento de la isla caribeña a la Unión Soviética. También Canadá jugó un papel importante en el desenlace que se dio este miércoles. El país de la hoja de mapple albergó varias de las reuniones entre funcionarios de alto nivel de Estados Unidos y Cuba. Tan pronto se dio a conocer la reanudación de relaciones entre ambos países, el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, emitió un comunicado en el que destacó que su país fue la sede de varias reuniones de funcionarios de ambas naciones. Nuestro país les ofreció “la discreción requerida para permitir el desarrollo de estas importantes pláticas”, expresó Harper. Canadá fue la sede del primer encuentro “cara a cara” en junio del 2013, seguido de varias reuniones, hasta la más reciente el mes pasado, informaron fuentes oficiales. Canadá no participó en la parte sustancial de las discusiones entre representantes de los gobiernos de Estados Unidos y Cuba pero fue “indispensable” para facilitar y coordinar las discusiones, declaró un funcionario federal. El anuncio de reanudación de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que se da un cuarto de siglo después de la caída del Muro de Berlín, generó múltiples reacciones alrededor del mundo. En tanto, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos informó que en las próximas semanas emitirá las nuevas regulaciones para implementar cambios en su política con respecto a Cuba. Entre las medidas anunciadas se incluye la ampliación de los permisos generales de viaje a Cuba (visitas familiares, actividades oficiales del gobierno, actividades periodísticas e investigación profesional), aumento en las remesas de 500 dólares a dos mil dólares por trimestre, así como expansión de exportaciones de bienes y servicios. Los residentes en Estados Unidos podrán importar 400 dólares en bienes, de los cuales no más de 100 pueden ser productos de tabaco y alcohol combinados. Asimismo se aumentará la implementación de comunicaciones por internet y se permitirá que los viajeros a Cuba usen tarjetas de crédito y débito de Estados Unidos, entre otros. El restablecimiento de relaciones diplomáticas prevé que Estados Unidos abra en los próximos meses una embajada en La Habana y realizará intercambios y visitas de alto nivel entre los dos gobiernos, como parte del proceso de normalización.