Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Las serpientes son uno de los animales más temidos por los seres humanos y se cree que son altamente peligrosas, pero esto no es así. En general ven a los humanos como depredadores, por lo que buscan alejarse y sólo atacan si se sienten en peligro inminente. Por eso, para generar conciencia sobre su importancia y derribar mitos se creó el Día Mundial de la Serpiente, y se celebra el 16 de julio. Las serpientes son muy importantes para el equilibro de los ecosistemas, ya que se encargan de evitar la proliferación de especies más pequeñas, como los ratones, las ratas y otros roedores que dañan la flora en general, y además desparraman todo tipo de enfermedades contagiosas. Para romper con los mitos de la peligrosidad y mala reputación que tienen las serpientes en nuestro planeta, se creó el 16 de julio del Día Mundial de la Serpiente, con el objetivo de dar a conocer la realidad: se trata de un animal inofensivo para los seres humanos, que es muy importante en el control de plagas y el equilibrio natural del ecosistema. La celebración se realiza de manera individual o grupal y la idea es simplemente respetar, valorar y proteger a estos animales, además de dar a conocer el hecho de que, exceptuando una o dos especies, son animales inofensivos y no representan peligro alguno para los seres humanos. Existen una gran variedad de serpientes en todo el mundo, pero las más conocidas por su tamaño, rareza y belleza son las siguientes: Cobra Real Pitón Reticulada Anaconda Verde Boa Constrictor Pitón Diamantina Cascabel Muda Bamba de Jameson Pitón Amatista Australiana Serpiente Coral Azul Mitos y verdades sobre las serpientes Son muchos los mitos que se han tejido sobre este bello y enigmático animal, y cada país le da una connotación y creencia particular, sin embargo, las más conocidos y populares son los siguientes: Su carne es curativa: Uno de los tantos mitos de las serpientes tiene que ver con la creencia de que la carne de víbora de cascabel sirve para sanar ciertas enfermedades, inclusive el cáncer, sin embargo, esto no ha sido demostrado científicamente. Pican usando su lengua: nada más alejado de la realidad, ya que estos animales inyectan el veneno en sus víctimas a través de sus dientes que son como finas agujas, diseñadas perfectamente para atacar a sus presas. Son ciegas: Hay quienes afirman que las serpientes no pueden ver, sin embargo, su visión nocturna es mucho mejor que la de otros animales. Atacan a los seres humanos: todo lo contrario, son criaturas que prefieren estar lejos, ya que ven al hombre como un depredador. Sólo atacan en forma defensiva cuando se sienten bajo peligro. Todas ponen huevos: se piensa que todas las serpientes ponen huevos, pero existen algunas especies que dan a luz a sus crías. Chupar la herida de una mordida sirve: esto puede resultar contraproducente y hasta peligroso, provocando que el veneno se expanda más rápido hacia otras zonas del cuerpo, en el caso de presentar una herida o sangramiento bucal. La serpiente en la cultura prehispánica En todas las culturas de todos los tiempos, la serpiente ha ocupado un sitio principal. India, China, Japón, Grecia, Roma, lo mismo que los pueblos celtas, nórdicos y mesoamericanos, la han tenido como representación de sabiduría y de sanación, pero también de fertilidad. Mitos y leyendas refieren su estatus de animal sagrado con simbolismos que han trascendido hasta nuestros días, como la vara enrollada por una serpiente de Esculapio, dios romano de la medicina. Para los mayas era la divinidad conocida como Kukulkán, “Serpiente con plumas”, mientras los aztecas la llamaron Quetzalcóatl. Los antiguos mexicanos integraron al ofidio en el mítico islote donde está siendo devorado por un águila real, señal inequívoca del sitio donde habría de fundarse la Gran Tenochtitlán, y así llega a nuestros días y permanece en el escudo nacional. “Quizá la imagen más conocida de Quetzalcóatl sea la que lo representa como serpiente con plumas o Serpiente Emplumada. En la tradición mesoamericana, la serpiente está asociada con los poderes reproductores de la tierra y la fertilidad. La serpiente es la imagen misma de la resurrección: cada año cambia de piel y se regenera”, afirma Enrique Florescano en Quetzalcóatl, deidad de múltiples rostros”, en un artículo publicado por la revista Arqueología Mexicana. El historiador agrega que “en la mitología indígena serpientes y lluvias están estrechamente relacionadas; se considera a estos reptiles como imagen del rayo, por eso llevan serpientes en las manos los tlaloques, mensajeros de Tláloc que reparten las lluvias […] y los relámpagos y truenos”. Considera que hay consenso en el significado de la Serpiente Emplumada como símbolo de la renovación vegetal. La Serpiente Emplumada representada en los tableros y en el talud de este monumento --de sitios y culturas como Teotihuacan, Xochicalco, Cacaxtla, El Tajín, Tula, Chichén Itzá, Cholula y México-Tenochtitlan-- está rodeada por conchas, caracoles, chalchihuites y otros elementos que se refieren a la cualidad reproductora de las aguas, y más precisamente, a la conjunción fertilizadora de los poderes de la tierra con los del cielo”. México, país de serpientes Al observar que en la cosmovisión milenaria de nuestros pueblos se integraban cielo y tierra, podemos resaltar la importancia ecológica de la especie que se celebra en el Día Mundial de la Serpiente, hoy 16 de julio, y valorar que México ocupa el segundo lugar mundial en diversidad de reptiles, riqueza natural que nos confiere la responsabilidad de conservarlos y protegerlos. De los reptiles de México, 322 son serpientes, grupo que incluye 250 especies de culebras –más de tres cuartas partes–, 44 víboras, 15 coralillos y una serpiente marina, cinco serpientes ciegas delgadas, dos tropidofeidos, dos boas, dos serpientes ciegas y una chatillo. Esto representa poco más de la quinta parte de los géneros del mundo y casi el 50% de especies exclusivas de nuestro territorio.