Notimex/La Voz de Michoacán Brasil. Tras más de seis meses encarcelado por una condena a 12 años y un mes por corrupción y lavado de dinero, el caso judicial del expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva volvió a generar un intenso debate en el país tras el nombramiento del juez que lo condenó, Sergio Moro, como futuro ministro de Justicia. Desde que venció las elecciones presidenciales brasileñas el pasado domingo, el ultraderechista Jair Bolsonaro anunció una serie de nombres para su Ejecutivo, pero el que más impacto mediático y social tuvo es el del juez más célebre de Brasil como próximo ministro de Justicia y de Seguridad Pública. https://twitter.com/ResistenciaV58/status/995304514084331520 Considerado por una parte de la población como un “héroe” que colocó entre rejas a Lula da Silva o al expresidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, entre decenas de otros políticos y empresarios, Moro siempre fue acusado por la izquierda como un magistrado parcial, que se ha enfocado en perseguir a ese sector político pero no a la derecha. Aunque nunca expresó su voto a favor de Bolsonaro, Moro sí advirtió en un polémico comentario antes de las elecciones del “riesgo” para el combate contra la corrupción de una victoria del Partido de los Trabajadores (PT). El “zar de la Operación Lava Jato” ha sido duramente criticado por el PT y por la izquierda tras la decisión de sumarse al Ejecutivo del exmilitar de extrema derecha, ya que consideran que su condena a Lula da Silva podría haber estado influenciada por intereses políticos. “Fue apresado para que no fuera candidato y facilitar la llegada de Jair Bolsonaro a la Presidencia", dijo esta semana la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann. La controvertida decisión de ser el próximo ministro de Justicia de Bolsonaro ha divido a expertos, magistrados y abogados en Brasil, que perciben ahora una posibilidad para Lula da Silva de recurrir la sentencia que le dejó fuera de los comicios. Los abogados del expresidente de 73 años anunciaron que preparan una serie de recursos judiciales, incluso un ‘habeas corpus’, que volverán a colocar en el centro del debate el destino del mandatario cuyo legado sociopolítico más divide a la población brasileña. El caso podría llegar incluso a la Corte suprema, considerada más garantista que otros tribunales de instancias menores en Brasil. Moro, por su parte, dijo que implementará una agenda para luchar contra la endémica corrupción en Brasil y combatir el crimen organizado, mientras se especula que el juez, que deberá abandonar la magistratura para seguir una carrera política, podría ser candidato a la presidencia en 2022. Ello a pesar de que en 2016 anunció en una entrevista al Estado de Sao Paulo que “jamás entraría en política”.