Una nevada que creó enormes pilas de nieve y obligó a cerrar caminos en el área de Buffalo, en el norte de Nueva York, concluyó el viernes, pero la amenaza de lluvias y temperaturas más altas el fin de semana creaba el peligro de inundaciones y más derrumbes de techos. Más de 30 derrumbes, mayormente en granjas y edificios de techos planos, ocurrieron desde la noche del jueves, dijeron las autoridades, luego que la nevada la víspera llevase el total en tres días en el área a más de 7 pies (2,13 metros). No se esperaba nieve el viernes, y el pronóstico meteorológico prevé la probabilidad de lluvias el sábado y hasta el lunes, además de temperaturas cerca de 60 Fahrenheit (15,56 Celsius). Mientras ciudades y pueblos se preparaban para inundaciones potenciales, dueños de viviendas y empleados de negocios en la región se trepaban a los techos para palear la nieve y reducir el peligro de desplome. Las tormentas causaron al menos 12 muertes en el oeste de Nueva York, mayormente por ataques cardiacos e hipotermia. Las dos víctimas más recientes fueron residentes de un hogar de ancianos que fue evacuado en medio de temores de un derrumbe del techo, dijo el ejecutivo del condado Erie Richard Tobe el viernes. Más de 50 personas fueron evacuadas de un campo de casas-remolque en las áreas suburbanas de Cheektowaga y West Seneca el jueves porque los techos se estaban desplomando. Tobe dijo que se reportaron al menos 90 derrumbes menores relacionados con garajes y otras estructuras. Con carreteras bloqueadas, suspensión de tráfico en vigor y el estadio de los Buffalo Bills sepultado en nieve, la NFL decidió cambiar el partido del domingo de los Bills contra los Jets de Nueva York para el lunes por la noche en Detroit. Algunas escuelas del área de Buffalo estaban cerradas por cuarto día consecutivo, cuando ni siquiera ha llegado el invierno.