EFE / La Voz de Michoacán La compañía farmacéutica Johnson & Johnson anunció este viernes que su vacuna para la COVID-19 ha sido un 66% efectiva en la prevención de la enfermedad moderada o grave en la Fase 3 de una prueba clínica y del 85% en los casos más graves. El nivel de protección alcanzado por Johnson & Johnson está por encima del mínimo requerido por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de EE.UU., pero está por debajo de las vacunas de Pfizer y Moderna ya aprobadas, que superan el 90%. La eficacia de la vacuna de esta empresa bajó al 57% en la muestra de voluntarios en Sudáfrica, afectados por la variación sudafricana B.1.351, que está mostrando ser más esquiva para las vacunas que se están desarrollando. El conglomerado estadounidense mostró datos también en el caso de las pruebas con voluntarios en Estados Unidos y la efectividad fue mejor que a nivel global, con una efectividad del 72%. El fuerte de la candidata a vacuna de Johnson & Johnson es que está siendo desarrollada para que solo requiera una dosis y no dos, como en el caso de Moderna y Pfizer, que ya se están administrando en la población, pero que obligan a una logística y trazabilidad más compleja. Ahora Johnson & Johnson debe enviar documentación de eficacia y seguridad a la Agencia Federal de Medicamentos (FDA) para obtener la aprobación de emergencia y comenzar a producirla en masa. "Nuestro objetivo ha sido en todo este camino crear una solución simple y efectiva para el mayor número de personas posible y tener el mayor impacto en ayudar a poner fin a la pandemia", indicó en un comunicado Alex Gorsky, consejero delegado de Johson & Johnson. El jefe científico del conglomerado químico y farmacéutico, Paul Stoffels, indicó al medio especializado Stat News, que lo más significativo es el alto porcentaje de efectividad en la prevención de los casos más severos de la COVID-19. En una pandemia, si puedes eliminar las consecuencias severas de muerte, hospitalización y grave enfermedad con una sola dosis eso es lo que más importa", señaló. Las autoridades estadounidense, que han iniciado una campaña de vacunación nacional con fallos y lenta, quieren acelerar las inyecciones para cubrir gran parte de la población antes del verano. La menor eficiencia de la mayoría de las vacunas ante la variante sudafricana preocupa a la autoridades sanitarias, que consideran que es vital vacunar a cuanta más gente sea posible antes de que se implante como una variante dominante.