El ingenio de las personas nunca dejará de sorprendernos. Lo que en un principio podría parecer un chaleco antibalas de dudosa efectividad, es en realidad un minucioso entramado de iPhones 6 con el que su creador pretendía ganarse unos ingresos extra. La idea de nuestro protagonista era pasar 94 teléfonos comprados en Hong Kong (donde son más baratos) por la frontera de China y revenderlos en el mercado negro por un precio obviamente superior al que los adquirió. ¿Cómo? Pues llevándolo pegado en el cuerpo, como si de una faja de compresión se tratase. Su plan sin embargo fracasó cuando las autoridades comenzaron a sospechar de su actividad tras verle caminar de una forma un tanto sospechosa. Tal era la presión y el peso de los teléfonos, que este peculiar contrabandista acabó detenido y confesando sus intenciones. Con información de es.engadget.com