Caracas, Venezuela. El presidente Nicolás Maduro acusó el domingo a sus adversarios políticos de reclutar a niños y adolescentes para que participen en las protestas antigubernamentales que se registran casi a diario a Venezuela y anunció que solicitará la ayuda del papa Francisco para que haga un llamado al cese de esa supuesta práctica, cuyo objetivo sería utilizarlos para generar actos violentos. En un acto con partidarios difundido por la televisión estatal, el gobernante indicó que le enviará el lunes una carta oficial al papa Francisco para que "nos ayude y sirva de intermediario con la oposición venezolana para que deje de usar niños en manifestaciones violentas". Maduro además anunció la captura el sábado de un supuesto cabecilla de las protestas, quien habría confesado que varios "diputados de la derecha", como llama a sus opositores, "captan a los jóvenes, le dan drogas, le dan dinero" para causar estragos. Los comentarios del gobernante se produjeron cuatro días después de la muerte de Neomar Lander, de 17 años, quien según las autoridades, acudía con frecuencia a las protestas y falleció como consecuencia de una ruptura del pulmón izquierdo al momento en que supuestamente manipulaba un explosivo de fabricación casera. Pero, los voceros de la oposición sostienen que el joven murió al ser impactado en el pecho por una bomba lacrimógena lanzada por los cuerpos de seguridad. Las protestas antigubernamentales, desde finales de marzo, han dejado al menos 67 muertos, más de mil 300 heridos y cientos de detenidos. La denuncia de Maduro también coincide con la reciente reunión de los jerarcas de la Iglesia Católica venezolana con el papa Francisco en el Vaticano, en donde se les informó de la difícil situación que enfrenta la población. La participación de jóvenes en protestas antigubernamentales --la mayoría de ellos estudiantes, incluyendo menores de 18 años-- ha sido una costumbre en este país sudamericano a lo largo de su historia.