Justicia por Mila: Cuacolandia busca la primera encarcelación por violencia a equinos en Puebla

“No son bestias de carga, son animales sintientes», expuso Elena Larrea, fundadora de Cuacolandia.

Redacción / La Voz de Michoacán

Puebla, Puebla. En un caso de maltrato animal, la potranca Mila se encuentra actualmente en proceso de recuperación bajo el cuidado de un equipo de especialistas. El suceso ha desencadenado la acción de abogados animalistas y de la asociación de defensa de los equinos Cuoacolandia para la judicialización del caso frente a la Fiscalía General del Estado de Puebla.

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Elena Larrea, defensora de los derechos de los animales, informó que, a pesar de la denuncia presentada por la Secretaría del Medio Ambiente, su asociación llevará a cabo otra denuncia con el objetivo de agilizar el proceso legal. Este sería el primer caso de judicialización de una carpeta de investigación relacionada con maltrato a equinos en el estado de Puebla, lo que podría resultar en la primera encarcelación por este tipo de violencia.

La secretaria de Medio Ambiente, Beatriz Manríquez, y el gobernador de Puebla, Sergio Salomón, se encuentran vinculados al caso. La activista, Elena Larrea, expresó su determinación en redes sociales: "Han judicializado carpetas de investigación antes, que tienen que ver con perros y gatos, y los abusadores están en prisión preventiva. Así que, si se puede con perros y gatos, quién chingados me va a decir que no se puede con caballos. Justicia para Mila".

Mila, actualmente en el Hospital de Equinos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tras ser rescatada, tratada y evaluada por el Instituto de Bienestar Animal, se descubrió que fue víctima de abusos físicos y sexuales. Estos hechos salieron a la luz después de que su propietario la golpeara brutalmente en la vía pública, siendo denunciado por testigos presenciales.

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Ante la evidencia de maltrato, el Instituto de Bienestar Animal pondrá a disposición de la fiscalía el expediente correspondiente. La activista expresó su determinación de llevar el caso hasta sus últimas consecuencias: "Voy a ir hasta las últimas consecuencias para meter a este viejo enfermo y sadista a la cárcel, que es el lugar en donde debería de estar. Es un peligro para la sociedad".

Sin embargo, el maltrato contra equinos no está tipificado como delito, al igual que la zoofilia y la bestialidad. Es por ello que la fundadora de Cuacolandia instó a las autoridades a tipificar estos abusos como delito, incluso si es necesario modificar las leyes. "De qué me sirve a mí estar rescatando caballos si al final les van a dar una multa administrativa de 2 mil pesos y el tipejo sadista al día siguiente se compra otra potranca. Tiene que haber castigo para la gente que le hace esto a los animales", concluyó la activista.

La asociación de Cuacolandia

Cuacolandia es el nombre del santuario para caballos, yeguas, mulas y asnos ubicado en el bosque de Haras Ciudad Ecológica, en el estado de Puebla. Elena Larrea, modelo y activista, es la fundadora de esta asociación encargada de rescatar equinos en condiciones de violencia, ya sea porque son explotados, abandonados, golpeados, raquíticos o enfermos.

Junto con autoridades, organizaciones, voluntarios y veterinarios, Cuacolandia rescata a estos animales de condiciones de maltrato animal. Pelusa, Pichita, Spirit, Gaia, Adela, Igor y Pinta son algunos de los 300 equinos que han rescatado como parte de su proyecto; algunos de los cuales han sido abandonados en lotes baldíos y otros embargados con ayuda de las autoridades estatales para llevarlos a vivir en el santuario, donde pueden socializar con otros animales y galopar libremente en la naturaleza.

“La gente cuando piensa en rescate de animales piensa en perros y gatos, pero yo quiero contarles que los caballos sufren en México. Hay muchísimo maltrato de equinos. Los caballos también sienten: igual que tú, igual que yo”, expresó la presidenta de la asociación.

La activista explica que el motivo de estas agresiones en su contra es porque son considerados como animales de carga; razón por la cual los fuerzan a trabajar extensas jornadas, los castigan con maltratos físicos y los privan de la libertad. “No son bestias de carga, son animales sintientes. Sienten amor, cariño, placer, miedo, tristeza. Es hora de que se les empiece a tratar como tal”, declaró.