Notimex/ La Voz de Michoacán Ciudad del Vaticano. Una nueva investigación, que incluye recientes descubrimientos arqueológicos, desmienten la imagen tradicional de María Magdalena como una pobre prostituta y aporta evidencias de que, en realidad, fue una mujer acomodada que financió a Jesús con recursos propios. https://youtu.be/H7isoCmei1M Este nuevo enfoque sobre una de las mujeres más enigmáticas y sugestivas de los evangelios está incluido en el libro “María Magdalena. Reflexiones desde la antigua Magdala” escrito por Jennifer Ristine y que será publicado en inglés el próximo 22 de julio. El texto recoge cuatro años de trabajo de la autora en Magdala, el pueblo ubicado a las orillas del Mar de Galilea y que ha sido identificado como el lugar de nacimiento de María Magdalena. Gracias a minuciosas excavaciones arqueológicas, se ha podido aprender más sobre el estilo de vida de María de Magdala y entender más sobre otras figuras bíblicas que muy probablemente visitaron ese pueblo. Viendo este lugar, que es donde ella vivió, se puede confirmar que era una mujer con dinero, que no era pobre”, aseguró Ristini. https://youtu.be/LKchuOrLC7A Esas consideraciones concuerdan con el evangelio de San Lucas, que en el capítulo ocho habla de las mujeres que servían a Jesús “con sus bienes”. Y, entre ellas, la primera mencionada es María Magdalena, “de la cual habían salido siete demonios”. En la cultura contemporánea asociamos a una prostituta con una mujer pobre en la calle, pero ya podemos descartar esa idea aplicada a María Magdalena, porque ella ayudaba a los discípulos con sus propios recursos y con otras mujeres también”, insistió la autora. Señaló que la idea de esta mujer como prostituta surgió de la homilía 33 del Papa Gregorio, pronunciada en el siglo VI, en la cual el pontífice habló de ella como una “mujer pecadora”. Agregó que los padres de la Iglesia siempre coinciden en señalarla como una mujer pecadora que Jesús sanó expulsando sus demonios, que se convirtió y siguió al mesías. Ristine constató que la idea de Magdalena como una prostituta se reforzó durante siglos por el arte, que solía presentarla con cabellos rubios o colorados, símbolo de las mujeres cortesanas. El trabajo de Ristine puede echar por tierra un mito que ha permanecido muchos siglos. La investigadora asegura que entre los católicos está surgiendo “una espiritualidad” inspirada en la figura de Magdalena, basada en la fuerza de seguir a Jesús y de escuchar su palabra. Aclaró que en sus investigaciones no existen pruebas concretas de la vida sexual de María Magdalena, y anticipó que quizá jamás se llegue a saber más al respecto. Pero desafió a los lectores a no concentrarse en esos detalles íntimos y ver a esta mujer como lo que realmente fue. ¿Por qué debemos enfocarnos en esta idea de que la imagen popular de María Magdalena fue distorsionada o injusta? ¿Por qué no la vemos como una mujer a la que Jesús liberó? ¿Por qué no podemos ver las maravillas que hizo Jesús en su vida para identificarnos más con ella?”, concluyó. En la cultura popular y contemporánea también se transmitió esa idea; por ejemplo, en ‘La Pasión de Cristo’ de Mel Gibson, se le vincula con la mujer adúltera que están a punto de apedrear y Jesús salva”, abundó.