La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos falló hoy que los estados no pueden prohibir los matrimonios entre personas del mismo sexo, por considerar éste como un derecho fundamental protegido por la Constitución. En su fallo dividido de cinco magistrados a favor y cuatro en contra, la máxima instancia judicial del país determinó que la prohibición impuesta por algunos estados a estas uniones equivale a una forma de discriminación que la Constitución no sanciona. “Lo que ellos piden es dignidad equitativa ante los ojos de la ley. La Constitución las otorga ese derecho”, indicó la opinión mayoritaria escrita por el magistrado Anthony Kennedy y respaldada por los magistrados Ruth Bader Ginsburg, Stephen G. Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan. Considerado uno de los más significativos de la historia reciente del país, el fallo de este día puso fin a una batalla legal librada durante las pasadas cuatro décadas y significa que los matrimonios entre personas del mismo sexo serán ahora legales en los 50 estados del país, sin importar dónde se celebren. “La corte determina que las parejas del mismo sexo pueden ejercitar el derecho fundamental de casarse. Nunca más esta libertad les podrá ser negada”, apuntó Kennedy en el fallo de 26 páginas. El fallo asentó que “ninguna unión resulta más profunda que el matrimonio porque personifica los más elevados ideales de amor, fidelidad, devoción, sacrificio y familia”. De manera separada, los cuatro magistrados de corte conservador disintieron del fallo, con el magistrado presidente John Roberts apuntando que el tema debe ser resueltos por los representantes electos y no por las cortes. “Esta corte no es legislatura”, indicó. El fallo se produjo menos de tres meses después que la Suprema Corte de Estados Unidos escuchó argumentos sobre si los estados tienen la autoridad de prohibir el matrimonio entre parejas del mismo sexo, el cual hasta entonces era legal en 36 estados.